Confían en que devuelva la fe a la malherida iglesia irlandesa. Para gran parte de los católicos de Irlanda la presencia del papa Francisco en el país, este fin de semana, supone una oportunidad única
Confían en que devuelva la fe a la malherida iglesia irlandesa. Para gran parte de los católicos de Irlanda la presencia del papa Francisco en el país, este fin de semana, supone una oportunidad única. Así, pretenden que el sumo pontífice impulse el ansiado cambio que permita a miles de ciudadanos mitigar el dolor sufrido tras varias décadas de violencia sexual y abusos a menores por parte de numerosos religiosos.
"Creo que necesitan hacer más. Las palabras del papa Francisco en el pasado y también en su carta, esta semana, son bienvenidas. Pero, como ocurre con cualquiera que tenga un puesto de responsabilidad, de las palabras deben brotar acciones".
Como el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, muchos, en especial las víctimas de abusos, consideran que es momento de pasar a la acción.
"Creo que hay muchos católicos en el país que se aferran, con esperanza, a la posibilidad de que todo este asunto se resuelva como es debido. Pienso que si no se soluciona adecuadamente con rapidez, muchas personas renunciarán a la Iglesia y la abandonarán, desesperadas", declara Marie Collins.
Ella es una de las mujeres irlandesas que sufrió abusos y que confía en que algo cambie a partir de este sábado con la visita del papa Francisco. El santo padre va a permanecer apenas 36 horas en Irlanda. El domingo, realizará una breve escapada al santuario de Knock, para participar en el Encuentro de las Familias.