Las violentas protestas contra la corrupción continúan en la segunda mayor de ciudad de Irak. El Parlamento ha celebrado este sábado una sesión de urgencia con el primer ministro en funciones, Haider al Abadi, y varios de sus ministros para analizar la situación.
Contínuos cortes del suministro eléctrico y falta de agua potable que ha llevado al menos 30.000 personas intoxicadas a los hospitales. Los mismos hospitales que atienden a las víctimas de los violentos enfrentamientos que tienen lugar estos días entre manifestantes y la policía.
Al menos 13 personas han muerto y decenas han resultado heridas desde el lunes.
Si el viernes era el consulado de Irán el objetivo de las protestas, este sábado el perímetro del aeropuerto de Basora ha sufrido un ataque con fuego de mortero, cuya autoría se desconoce.
Según fuentes oficiales, el ataque no ha producido heridos y tampoco ha afectado al tráfico aéreo.
El Parlamento ha celebrado este sábado una sesión de urgencia con el primer ministro en funciones, Haider al Abadi, y varios de sus ministros para analizar la situación. Al Abadi ha denunciado "un sabotaje político" al tiempo que ha hecho un llamamiento a diferenciar entre "la dimensión política" de las protestas y "el problema de los servicios públicos". Bagdad enviará una delegación a la región.
Mientras el Ejército iraquí ha ampliado el toque de queda decretado en Basora que ha entrado en vigor a las cuatro de la tarde hora local.