El general Al Asiri, cabeza de turco de la muerte del periodista disidente, es el número dos de los servicios de inteligencia saudíes.
Después de dos semanas de incertidumbre, Arabia Saudí reconoció este sábado que sus agentes estrangularon a Jamal Khashoggi, un periodista disidente, durante una pelea dentro del consulado saudí en Estambul. Unos 18 hombres han sido arrestados por el caso.
Medios de comunicación turcos han difundido la imagen de un hombre, presuntamente miembro de la comitiva, cercano del príncipe saudí, que entraba en el consulado. El príncipe Mohamed bin Salman culpa de la muerte de Khashoggi al general Ahmed al Asiri, número dos de los servicios de inteligencia saudíes y cercano al círculo de Bin Salman.
En la entrevista, Al Asiri dijo: "Para modernizar, para reformar una sociedad, hay que ir poco a poco. Un cambio muy rápido, puede ser contraproducente. Pero muestra la intención de su majestad el rey y su gobierno de cambiar gradualmente hacia un objetivo. Puedo asegurarles que no cambiamos porque queríamos satisfacer a la gente. Cambiamos porque queremos vivir nuestros sueños. No queremos pasar más tiempo corriendo tras nuestros sueños. Necesitamos vivirla".
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha considerado que las explicaciones de las autoridades saudíes eran "creíbles" y ha deseado que las sanciones medioambientales no afectaran a la venta de armas a Riad.
Pero los manifestantes frente a la Casa Blanca no compartían este punto de vista clemente.
El general Ahmed al Asiri fue intermediario del príncipe Bin Salman en un plan de financiación de la campaña electoral de Trump.