El debate sobre el presupuesto italiano para 2019 desató la ira de algunos políticos que se oponen a la forma en la que se ha llevado a cabo su aprobación. Critican que el presidente de la comisión de presupuesto, Claudio Borghi, no permitiera la votación de las enmiendas
Tensión y enfrentamientos verbales en la Cámara de Diputados de Italia. El debate sobre el presupuesto italiano para 2019 desató la ira de algunos políticos que se oponen a la forma en la que se ha llevado a cabo su aprobación. Critican que el presidente de la comisión de presupuesto, Claudio Borghi, no permitiera la votación de las enmiendas. En la tradicional rueda de prensa de fin de año, el primer ministro del país transalpino, Giuseppe Conte, hizo alusión a la medida alcanzada in extremis por parte de la Comisión Europea. Una decisión que evitó un procedimiento de infracción a Italia.
"Nunca he permitido que Bruselas nos cuestione con respecto a nuestro plan presupuestario en lo que respecta a sus detalles. Debo reconocer que Bruselas nunca intentó ahondar en los detalles del presupuesto que propusimos y aprobamos".
El presupuesto refleja una rebaja del déficit del 2,4 % previsto al 2,04 % del producto interior bruto con un crecimiento del 1 % en 2019. Correcciones a las que la Comisión Europea dio luz verde el pasado 19 de diciembre.