Moscú reafirma su apoyo a Nicolás Maduroy Washington incrementa la presión sobre Caracas.
El autoproclamado presidente interino de Venezuela, el opositor Juan Guaidó, ha hecho un llamamiento a la unidad, en una Venezuela que se recupera poco a poco de una semana de apagón eléctrico, el peor de su historia. Las escuelas reabren sus puertas, este viernes, y se hace balance: más de 300 detenidos, en protestas o pillajes, y más de 875 millones de dólares de pérdidas económicas.
Guaidó ha instado a sus partidarios a congregarse a nivel local, este sábado, para seguir preparando una marcha hacia el palacio presidencial.
Investigado por "sabotaje eléctrico", Guaidó ha advertido al presidente Nicolás Maduro de que si lo detiene, cometería "un último error".
"Que no seamos presa en nuestros corazones de la oscuridad. Y esa va a ser la clave en los próximos días, de que todos unidos, de que todos juntos vayamos de la mano", ha dicho Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela, ante centenares de seguidores.
Rusia con Maduro, EE.UU. con Guaidó
Moscú ha reafirmado su apoyo a Maduro de la mano de su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, quien se ha reunido con su homólogo venezolano, Jorge Arreaza, en Viena. Lavrov ha rechazado la "injerencia exterior destructiva" en los asuntos de Venezuela, insistiendo en que hay que buscar soluciones pacíficas.
Mientras, Washington aumenta la presión sobre Caracas, para intentar precipitar la salida del poder de Maduro. Ha evacuado a los últimos diplomáticos estadounidenses que había en la capital venezolana, ha revocado los visados a otros 340 allegados de Maduro y ha amenazado con nuevas sanciones.