#EURoadTrip En Ruta a las Europeas - Día 17: falta de oportunidades en el Piamonte italiano

Nuestro viaje por Europa nos lleva hasta el Piamonte, en el noroeste de Italia. Instalamos nuestro sofá junto al lago Viverone, para hablar con los vecinos de la zona sobre los problemas que les preocupan antes de las elecciones europeas, principalmente el paro y la falta de oportunidades.
Sara Falla nació y creció en Viverone, pero a finales de los 90 se fue a Inglaterra, cuando empezó a ver que la economía no iba muy bien.
"Aquí no hay oportunidades laborales -dice Sara-. Yo me fui en 1999, hace bastante tiempo. Preveía que la economía se ralentizaría y quería experimentar más cosas y ver mundo. Inglaterra me pareció una buena opción. Tenía amigos allí, que facilitaron mi mudanza. Siempre me resulta muy triste volver a la zona, porque no veo muchos cambios. Es un lugar muy bonito, se podrían hacer muchas cosas, pero la terquedad de la gente y algo de corrupción del gobierno, hay que decirlo, hacen que sea difícil el cambio".
Sigismondo es un vecino de Viverone. "El problema más importante es seguramente el trabajo -nos dice-. Hay mucho desempleo, imagino que esto lo saben tan bien como yo. Además, tenemos un montón de incompetentes gobernando este país. Pensaron que era suficiente llegar al poder y hacer propaganda para resolver los problemas, pero no funcionó".
"La situación italiana, en lo que concierne a la economía, es muy difícil -añade Paolo, otro vecino de la zona-. Yo veo muchos problemas. Se ha dejado que se vayan del país muchos emprendedores, que son los que ayudan a resolver el problema del paro. Si dejas escapar a los emprendedores, está claro que no se creantrabajo, sino que se destruye. Y crear puestos de trabajo solo en el sector público lo único que hace es que aumente la deuda de Italia, que ya es muy elevada, y en lugar de resolver el problema, lo multiplica".
Simon Roscow es el novio de Sara y es alemán. Su visión del mundo es la de un joven que no ha conocido más que una Europa sin fronteras.
"Si se piensa en ello, desde la Segunda Guerra Mundial hasta ahora, solo ha habido una generación en medio, aunque para mucha gente el cambio ha sido enorme. Los más jóvenes nacieron en Europa y no conocen otra cosa que Europa. Para ellos es bastante normal viajar a donde quieran, sin hacer ninguna diferencia entre, por ejemplo, Italia y Francia. Tengo muchos amigos que, con solo 25 años, yan trabajado por toda Europa. Pero creo que las personas mayores pueden estar más apegadas a su lugar de origen".