Millones de personas visitaban cada año la catedral de Notre Dame de París. Motivados por la fe o por la simple curiosidad, encontraban en el emblemático 'templo', uno de los mayores monumentos al cristianismo en el mundo
PUBLICIDADUn edificio religioso cuyo valor es incalculable. Millones de personas visitaban cada año la catedral de Notre Dame de París. Motivados por la fe o por la simple curiosidad, encontraban en el emblemático 'templo', uno de los mayores monumentos al cristianismo en el mundo. Descubrían un lugar de paz y admiración. El edificio, diseñado para ser una imagen del propio cielo, 'habla' un lenguaje de belleza y autoridad divina.
"En su época, fue una de las catedrales más grandes del mundo. Y también una de las más hermosas, con su estilizada estructura, sus muros, y una gran ventana, como esos grandes rosetones, en el transepto. Así que... fue un modelo para muchos edificios en toda Europa en la Edad Media e incluso fuera de Europa, en los tiempos modernos. Era la segunda generación de catedrales góticas, después de la basílica de Saint-Denis o la abadía de Saint-Germain-des-Prés, pero la estructura de Notre Dame, es mucho más alta", destaca Dany Sandron, profesor en la universidad de la Sorbona.
El Tesoro de la catedral parisina es famoso por sus reliquias y por contener otros objetos sagrados. Pero el edificio en sí, era único.
"Casi seguro, se ha perdido el llamado 'charpente'. Es decir, el armazón de madera que formaba parte del interior. Gran parte era de madera de árboles talados en el siglo XIII. Lo llamaban 'el bosque' porque contenía cerca de 21 hectáreas de roble. El tamaño de los árboles fue uno de los motivos que dieron lugar a guerras en el siglo XII. Ya no hay tantos árboles de ese tamaño en el mundo", declara Andrew Smith, historiador del Colegio Universitario de Londres.
A lo largo de ocho siglos, la catedral de Notre Dame se convirtió en parte viva e instrínseca de París; una gran ciudad que creció y cambió junto a ella.
"En Francia no hay otra obra parecida a Notre Dame. Forma parte de la vida cotidiana. Por eso se ha renovado. Ha cambiado y se ha modificado, en numerosas ocasiones, a lo largo de la historia", añade Andrew Smith.
La catedral sobrevivió a la Comuna de París, a dos guerras mundiales, amén de otros acontecimientos históricos y permaneció, en gran parte, intacta. Los ciudadanos esperan que, cual ave fénix, la emblemática Notre Dame vuelva a 'resurgir' de sus cenizas.