El Ejido, el epicentro del seísmo Vox

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Por Euronews
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El Ejido, el epicentro del seísmo Vox. Nos hemos ido al mar de plásticos almeriense para entender el cómo y el por qué de Vox, las razones que propiciaron que el partido de ultraderecha echara raíces en Andalucía para después extenderse por España

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El pueblo almeriense de El Ejido, con su mar de plástico hecho de invernaderos y sus miles de trabajadores inmigrantes, se convirtió en las elecciones andaluzas de diciembre en el epicentro del seísmo Vox en España.

El partido ultraderechista de Santiago Abascal arrasó aquí, convirtiéndose en primera fuerza política. Uno de los rostros del fenómeno es este hombre, Juan José Bonilla, coordinador de Vox en El Ejido y, al tiempo, agricultor, que, como todos en la zona, precisa y emplea abundante mano de obra extranjera.

"Se nos acusa a los grupos de centro derecha de que votar a Vox es tirar el voto, que no es un voto útil -dice Bonilla-. Se ha demostrado en diciembre que votar a Vox es un voto útil. Llevamos 36 años de partido socialista y gracias al surgir y a la emergencia de Vox se ha podido cambiar la situación en el parlamento autonómico".

Bonilla con sus trabajadores inmigrantes en el invernadero

El Ejido vive de la agricultura. Tiene censados 84.000 habitantes, 26.000 de ellos son inmigrantes, aunque en realidad son muchos más, vitales para el funcionamiento de estos invernaderos. Bonilla, que emplea a trabajadores de Costa de Marfil y Gambia, que contrató cuando aún no tenían papeles, no cree que exista ninguna contradicción.

"Aquí se necesita mano de obra, pero no se necesita mano de obra ilegal o mano de obra delincuente-afirma-. Los trabajadores que tiene usted aquí vinieron de forma ilegal. Yo les tramité hace años la documentación, yo los puse a trabajar y están conmigo. Y, para mí, son necesarios. Mientras ellos quieran estar, estarán".

La otra cara de esta realidad es la de los inmigrantes, que se sienten víctimas de una caza de brujas contra lo que Vox denomina "la islamización" de España. Lassina Dembele, que llegó de Mali en 2014, no esconde su miedo ante la nueva reconquista que defiende el partido verde.

"Cada día Vox está hablando de cosas que no gustan a los inmigrantes porque su política es como la de Donald Trump, están en contra de los inmigrantes -afirma Dembele-. Y nos estamos buscando la vida, para comer, no para venir a robar a la gente. Creo que en la finca no trabajan españoles. Si no hay inmigrantes, en la finca va a haber problemas con los tomates, pimientos y lo que hay".

Lee | La paradoja de El Ejido: Vox se convierte en primera fuerza en un municipio con un 30% de migrantes

Vox ha encontrado en El Ejido el caldo de cultivo perfecto: alta inmigración, rentas bajas, inseguridad y problemas de convivencia. Roto el tabú aquí, y en el resto de Andalucía, la formación se dispone a entrar de forma estrepitosa en el Parlamento español, a caballo de sus temas predilectos, el peligro de la inmigración y la defensa de la unidad del país frente al independentismo catalán. Será el primer partido de extrema derecha con representación desde 1982 y potencialmente miembro de una coalición de Gobierno de derechas.

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