Las conversaciones con los militares que derrocaron al dictador Al Bashir se han estancado por el desacuerdo en la composición de un Gobierno de transición. Mientras, la oposición prepara una concentración masiva para exigir la entrega del poder a los civiles.
En Sudán continúan las movilizaciones contra la junta militar al frente del país desde el derrocamiento del dictador Omar Al Bashir el pasado abril. Exigen la entrega del poder a los civiles, y para eso preparan una gran manifestación. La oposición denuncia que desde el comienzo de las protestas en diciembre han muerto al menos noventa personas por la represión policial.
"El mensaje que queremos enviar con esta marcha de un millón de personas es que queremos una autoridad civil", asegura una manifestante. "Quienes han muerto aquí son mártires y su sangre no se habrá derramado en vano. Su sangre es por una causa justa. Defenderemos nuestra causa ante cualquier circunstancia".
Precisamente este jueves fue nombrado ministro de defensa el exjefe de inteligencia de al Bashir.
Las negociaciones entre ambas partes se han estancado por su desacuerdo en la composición de un ejecutivo de transición que gobernaría durante tres años hasta la convocatoria de elecciones.