Voluntarios de una brigada local de búsqueda y rescate trabajaron toda la noche del viernes, tratando de mantener a los animales en condiciones de humedad, esperando que la marea alta volviera a subir.
Veinte calderones murieron y otros 30 fueron rescatados después de quedar varados en la costa suroeste de Islandia el pasado viernes 2 de agosto.
Esto ocurrió tan solo dos semanas después de que un encallamiento masivo similar e inexplicable ya había causado la muerte de docenas de cetáceos de aleta larga.
Voluntarios de una brigada local de búsqueda y rescate trabajaron toda la noche del viernes, tratando de mantener a los animales en condiciones de humedad, esperando que la marea alta volviera a subir.
"Estaban por todas partes (...) pero se les oía respirar y se veían sus movimientos. Así que trajimos mantas, toallas y todo eso, y teníamos bombas de agua para bombear agua de mar al animal", dijo Elva Tryggvadóttir, directora de operaciones de rescate.
"Entonces tuvimos que aprender a comportarnos con las ballenas; y no es algo que los miembros del escuadrón de rescate hagan normalmente, así que fue una experiencia nueva para todos", añadió Tryggvadóttir.
Edda Magnusdottir, bióloga marina, dijo que las ballenas probablemente estaban persiguiendo un banco de caballas cerca de la costa cuando quedaron varadas.
Añadió que el peso de las ballenas -alrededor de 1.000 kilogramos- las hacía particularmente difíciles de rescatar.
Encallamientos masivos inexplicables
A principios de este mes, 50 calderones fueron descubiertos muertos en una playa de la península de Snæfellsnes en Islandia Occidental.
Las razones detrás de estos encallamientos masivos siguen siendo desconocidas, según los científicos.
"Realmente no sabemos si se ha vuelto más común aquí porque hay algún problema, o porque hay más calderones alrededor", dijo Róbert Arnar Stefánsson, director del Centro de Investigación de la Naturaleza de Islandia Occidental.