Tras más de diez días de espera, el Gobierno de Malta les concedió permiso para abandonar la embarcación y llegar a tierra. Así, las autoridades maltesas trasladaron a los migrantes a varios de sus buques militares para llevarlos a puerto.
Fin de la odisea para los 356 inmigrantes que viajaban a bordo del Ocean Viking. Tras más de diez días de espera, el Gobierno de Malta les concedió permiso para abandonar la embarcación y llegar a tierra.
Así, las autoridades maltesas trasladaron a los migrantes a varios de sus buques militares para llevarlos a puerto. Una operación que supone un gran alivio para la ONG SOS Méditerranée y para Médicos Sin Fronteras, organizaciones al cargo de varias misiones de rescate que se llevaron a cabo en aguas del mar Mediterráneo en los últimos días.
El desembarco ha sido posible merced al compromiso político de seis países europeos. Así, Francia, Alemania, Irlanda, Luxemburgo, Portugal y Rumanía acogerán a unos inmigrantes que, en gran parte, proceden de Sudán y que huyeron de Libia para escapar de una amplia gama de malos tratos, detenciones arbitrarias e incluso torturas.