La Colina de las Cruces

Parece el escenario de una película de terror, pero es todo un símbolo para los lituanos y un lugar de visita obligada para los turistas. Es la Colina de las Cruces, cerca de la ciudad de Siaulai.
Acoge más de 200.000, la primera de ellas colocada en 1863, cuando el Zar Alejandro II acabó con una rebelión lituana y ejecutó a sus líderes.
Desde entonces, simboliza la resistencia ante los intentos de ocupación sufridos por el país báltico, como explica Simas Daugmaudis, guía turístico: "Este lugar es un símbolo sobre la fe, sobre creer que en el futuro los lituanos podrán luchar por su libertad de formas diferentes".
Maria Jankauskiene, turista danesa que visitaba la colina con su marido lituano, también destacaba su lado inspirador: "Es un lugar mágico al que la gente puede venir en los momentos difíciles. Es como el ave Fénix, que siempre resurge aunque alguien intente acabar con él".
De hecho, el lugar fue objeto de varios intentos para demolerlo, especialmente en la época soviética, hasta el punto de ser pasto de escavadoras en varias ocasiones, aunque sin lograr su objetivo. Incluso cuenta la leyenda que los conductores de dichas escavadoras acabaron falleciendo en accidentes trágicos o sufriendo dolorosas enfermedades.