La sonda europea ha despegado de Cabo Cañaveral, en Florida. No llegará a su destino hasta dentro de dos años, cuando se situará en órbita a unos 42 millones de kilómetros del Sol.
Una misión destinada a desentrañar los misterios del astro rey. La sonda europea Solar Orbiter va camino del Sol, tras despegar de Cabo Cañaveral, en Florida. No llegará a su destino hasta dentro de dos años, cuando se situará en órbita a unos 42 millones de kilómetros del Sol.
La misión de la Agencia Espacial Europea (ESA), en colaboración con la NASA, será la primera que captará imágenes de las regiones polares del Sol. Estudiará nuestra estrella y tratará de predecir su comportamiento y sus efectos sobre la Tierra.
Los datos que recoja completarán los obtenidos por la sonda Parker de la NASA, lanzada en 2018, que se ha acercado hasta a siete millones de kilómetros del Sol, pero no cuenta con la tecnología para observarlo directamente.
Comprender la física del Sol ayudará, por ejempleo, a predecir fenómenos meteorológicos espaciales como las tormentas solares, y minimizar así sus efectos en los satélites, redes de telecomunicaciones, eléctricas y de GPS.