Muere Javier Pérez de Cuéllar, el peruano que dirigió la ONU durante una década

El mundo ha perdido a un gran pacificador y a un peruano ilustre que ha dejado una profunda impronta en la política y la diplomacia internacionales. Nos referimos al exsecretario general de la ONU Javier Pérez de Cuéllar, fallecido este miércoles a los cien años de edad.
Considerado un negociador incansable, durante la década que estuvo al frente de la ONU, entre 1982 y 1991, desempeñó un papel decisivo como mediador en conflictos como la guerra de las Malvinas, que enfrentó a Argentina y el Reino Unido en 1982. También consiguió un histórico cese el fuego entre Irán e Irak en 1988.
Destacan asimismo sus esfuerzos en el Grupo de Contadora, marco básico para la pacificación de Centroamérica, y para la salida negociada de las tropas soviéticas de Afganistán, además de interceder en las negociaciones para la independencia de Namibia y en el conflicto del Sahara entre Marruecos y el Polisario.
Intercedió en los contactos Chipre-Turquía y bajo sus auspicios se produjo, en enero de 1990, un acuerdo sobre un plan de paz de la ONU para Camboya; además de haber sido uno de los más destacados mediadores en el conflicto del Golfo Pérsico.
Candidato a la presidencia de Perú
En 1995 presentó su candidatura a la Presidencia peruana por el partido Unión por el Perú (UPP) y obtuvo el 21,7 % de los votos, frente al 64,4 % de Alberto Fujimori, quien fue reelegido para un segundo mandato presidencial.
En noviembre de 2000 asumió como ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno de Transición de Valentín Paniagua, quien asumió la Presidencia durante un año tras la renuncia de Fujimori en medio de un escándalo de corrupción.
En septiembre de 2001 fue nombrado embajador peruano en Francia y representante ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Su muerte deja a un Perú apesadumbrado, pero orgulloso de su figura. Javier Pérez de Cuéllar será enterrado este viernes con honores de jefe de Estado en el antiguo cementerio Presbitero Maestro, de Lima, con la presencia del presidente de Perú, Martín Vizcarra.