La tuberculosis crece a la sombra de la pandemia de coronavirus, ayudada por el confinamiento. Un estudio alerta de que en cinco años podría matar a 1,4 millones de personas y sumar más de seis millones de enfermos
Los confinamientos y otras medidas tomadas en todo el mundo para frenar la expansión del coronavirus están solapando otra realidad trágica, una expansión a marchas forzadas de la tuberculosis que podría matar en los próximos cinco años a un millón cuatrocientas mil personas.
Un estudio realizado, entre otros, por el Imperial College de Londres y la universidad John Hopkins, añade que la enfermedad podría sumar en ese tiempo más de seis millones de enfermos adicionales.
"Las personas que están confinadas no tienen suficiente capacidad ni medios para desplazarse hasta un centro de salud, además de que hay pocos centros con capacidad de diagnóstico y tratamiento, si es que queda alguno -explica Lucica Ditiu, directora ejecutiva de Stop Tuberculosis-. Pero, por encima de todo, está el hecho de que la mayoría de nuestros colegas que tratan la tuberculosis son especialistas en enfermedades pulmonares e infecciosas por lo que están en primera línea de la lucha contra la covid, junto a médicos, enfermeras y técnicos de laboratorio".
En países como la India, los casos notificados de tuberculosis han caído un 80 %, lo que significa que hay una cantidad enorme de personas que no serán diagnosticadas ni tratadas, propiciando un aumento sin control de la enfermedad.