Esade, La Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas, ha publicado un estudio teórico sobre un posible red de 'zonas verdes' que permitiría a los ciudadanos europeos desplazarse este verano entre regiones con baja incidencia por el COVID-19.
¿Dónde podremos ir de vacaciones este verano?¿Podremos visitar otros países? Esta es la pregunta de muchos europeos de cara a la estación estiva. En medio de la pandemia del coronavirus, viajar a corto plazo al extranjero por ocio resulta casi surrealista.
La pandemia del coronavirus ya ha herido de muerte a la industria del turismo mundial con pérdidas de entre el 20% y el 30% para el año 2020, según las estimaciones de la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Esade, La Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas, ha publicado un estudio donde propone una teórica red de 'zonas verdes' que permitiría a los ciudadanos europeos desplazarse este verano entre regiones con baja incidencia por el COVID-19.
Este sistema permitiría, por ejemplo, conectar a los habitantes de las españolas islas Baleares, con las regiones del sur de Francia o el norte de Alemania, que debido a su bajo número de contagios por coronavirus "son muy buenas candidatas para obtener la etiqueta verde de la UE", explica a Euronews el investigador Miquel Oliu Barton, coautor del estudio.
Oliu Barton define como requisito para obtener la etiqueta verde que el virus esté bajo control, es decir, que los hospitales de la región no estén saturados, que la tasa de crecimiento de las nuevas infecciones sea baja y que los tests estén generalizados.
Este sistema de desconfinamiento asimétrico o por regiones en lugar de por países ya lo habían desarrollado en su estudio previo "Zonificación como estrategia de salida" publicado el pasado 8 de abril. Se trata además de la fórmula escogida por países como Alemania, Francia y España para llevar a cabo la desescalada.
Para viajar de una zona verde a otra sin peligro de contagio, el investigador sugiere que las salidas de las autopistas permanezcan cerradas en las zonas rojas o que el tráfico esté controlado. "En Francia, esto se ha hecho en las estaciones de peaje desde el confinamiento".
"Lo mismo debería aplicarse al tren: viniendo de las zonas verdes, no debería detenerse en las estaciones 'rojas'", añade. "Y en los aeropuertos, es relativamente fácil controlar de dónde viene alguien y adónde quiere ir".
Otra medida que proponen para que los viajeros demuestren que proceden de una zona verde es presentar un permiso de residencia.
Más allá de la discusión teórica, varios países ya han mencionado públicamente su interés de promover corredores turísticos para reactivar los viajes. Por ejemplo Croacia mira hacia la República Checa, mientras que Austria se plantea permitir la entrada de turistas alemanes.
La diferencia entre este tipo de corredores y los que propone su estudio, explica Oliu Barton, es que se trata de una red a nivel de la Unión Europeo y no de una serie de acuerdos estrictamente bilaterales.
Oliu Barton dice que aunque desconocen la situación actual de los debates a nivel institucional, "la propuesta ha sido muy apreciada hasta ahora, y llegó a la UE el 5 de mayo".
"Si se adoptan, las primeras zonas verdes europeas podrían llegar muy pronto, ya en junio", añade.