Cadáveres abandonados en las calles de Cochabamba, en Bolivia

Cadáveres abandonados en las calles. Esta la imagen estremecedora que la pandemia está dejando en la ciudad boliviana de Cochabamba. Solo una manta cubre el cuerpo de una persona, mientras la gente pasa a su lado. Otro cadáver está tendido en el suelo.
Los servicios funerarios de la ciudad están desbordados. No dan abasto para enterrar o incinerar los muertos que se acumulan.
Bolivia, que declaró en marzo el estado de emergencia, atraviesa por el peor momento. Los contagios se han disparado en las últimas semanas, hasta el punto de que en los hospitales se rechazan enfermos por falta de plazas.
Tres ministros y un candidato a la presidencia, contagiados
Significativo es el hecho de que ya son tres los ministros contagiados en el gobierno de la presidenta interina Jeanine Áñez, entre ellos, la responsable de Sanidad, Eidy Roca, quien ha dejado temporalmente su puesto para recuperarse. "Hago una corta pausa en mis cotidianas tareas para ocuparme de mi salud y de mi recuperación, después de dar positivo al covid-19", anunció la ministra.
También se ha contagiado un candidato a la presidencia y ha fallecido un diputado.
Además de en Cochabamba, la situación es especialmente crítica en regiones como Santa Cruz, la más poblada del país. El sistema sanitario está contra las cuerdas. En la capital, La Paz, uno de los hospitales habilitados exclusivamente para pacientes con covid-19 ha llegado al límite de su capacidad y el segundo está a punto de llenarse.
Bolivia ya ha registrado más de 39.000 casos de covid-19 y 1434 muertes confirmadas (datos del pasado domingo). Se ha visto a familias peregrinando por los cementerios en busca de un lugar donde enterrar a sus muertos. Entretanto, en los camposantos se abren fosas comunes a marchas forzadas.