Barcelona no olvida a las víctimas del atentado que paralizó la ciudad

Suena el violonchelo y se hace el silencio para recordar el trágico atentado que tuvo lugar tanto en Barcelona como en la localidad de Cambrils, en la región española de Cataluña. Se cumplen tres años desde aquel fatídico 17 de agosto en el que el ataque yihadista dejó 16 fallecidos y más de 100 heridos.
A las cinco de la tarde una furgoneta irrumpía en la céntrica calle de Las Ramblas, en Barcelona, atropellando a decenas de personas. Este lunes, esa misma calle ha sido el escenario del emotivo homenaje.
Con claveles blancos en la mano, los familiares de las víctimas han presidido el acto, sobre el mosaico del Pla de l'Os de Joan Miró, donde quedó abandonado el vehículo del atentado de Barcelona.
Una ceremonia en la que los políticos han permanecido en un segundo plano. Entre los presentes se encontraba Quim Torra, presidente regional de Cataluña y Salvador Illa, ministro de Sanidad.
Una tragedia que paralizó España
Tras el atropello masivo en el centro de Barcelona por un joven de origen marroquí, otros cinco terroristas perpetraron otro ataque en Cambrils. Por la noche, atropellaron a varias personas, dejando un fallecido, y apuñalaron a otras. En la persecución, los policías acabaron con la vida de los terroristas.
Según la investigación, los atentados se improvisaron al frustrarse los planes de hacer estallar la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, uno de los monumentos más conocidos de España.