Desgarrador rescate en Lanzarote

Una nueva tragedia acentúa la crisis migratoria en Canarias. Al menos ocho migrantes murieron tras el naufragio de una patera en Lanzarote muy cerca de la costa, a escasos metros de la orilla. Vecinos del pueblo pesquero de Órzola se lanzaron al mar para intentar salvar a una treintena de migrantes cuya patera volcó al encallar en las rocas. A los migrantes apenas les dio tiempo a lanzar un par de bengalas para pedir socorro. Antes de que llegaran los servicios de rescate, en plena noche y con la única luz de sus teléfonos móviles, trece vecinos de Órzola formaron una cadena humana para rescatar a los náufragos, utilizando bidones de gasolina como boyas.
Iván, residente de Órzola que ayudó en el recate, recuerda: "Había gente flotando por todos lados y el intenso olor a gasolina. Hemos intentado hacer todo lo que estaban en nuestras manos", asegura.
Los ocupantes de la patera eran jóvenes magrebíes que partieron dos o tres días antes del naufragio de una playa de Agadir, al sur de Marruecos. Entumecidos y con hipotermia apenas podían moverse durante el rescate. Entre los supervivientes hay al menos cinco mujeres y tres niños.
Enrique Espinosa, gerente del Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote cuenta que "la patera tuvo mala suerte al chocar contra la escollera, y dentro de la mala suerte, tuvo suerte porque en ese momento venían los equipos de emergencias de la Graciosa y pudieron actuar de inmediato".
En total el pasado martes llegaron a las Islas Canarias más de 300 migrantes. La ruta a Canarias suma ya más de 500 fallecidos en lo que va de año, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).