Pacto Verde europeo, estrategia digital, impulso de la democracia... Ursula von der Leyen llegó con muchos planes pero la crisis sanitaria y económica ocasionada por el coronavirus no se lo está poniendo nada fácil.
Este martes 1 de diciembre hace un año que Ursula von der Leyen se convertía en la primera presidenta de la Comisión Europea y lo hacía con grandes promesas de remodelación. "Nuestra unión se embarca en una renovación de todos los ámbitos de nuestra sociedad y economía", explicaba la alemana.
Sin embargo, su deseo se ha visto interrumpido por la pandemia. Aunque a finales de 2019, logró presentar su ambicioso Pacto Verde europeo, aun sigue sin poder avanzar en temas que ha defendido a ultranza como la estrategia digital, el impulso de la democracia, y la recuperación de la economía.
"Hasta ahora ha logrado sortear la pandemia, pero aun debe sacar adelante mucha legislación en temas como por ejemplo el pacto migratorio, pero también el pacto verde y la agenda digital, y mi sensación es que es un área en la que necesita mejorar", señala Jacob Kirkegaard, analista sénior en el German Marshall Fund.
El papel de la UE en el mundo
Su promesa era convertir a la UE en un potente actor internacional pero las circunstancias no se lo están poniendo nada fácil. "Llegó con esta etiqueta de 'comisión geopolítica', y de hecho todo su trabajo de los últimos nueve meses más o menos ha sido sobre valores europeos, sobre su defensa o sobre aquellos que no los respetan", opina la experta en asuntos europeos Shada Islam.
Unos valores que se están viendo comprometidos por Hungría y Polonia, países reacios a aceptar los compromisos del Estado de derecho que se están firmando en el presupuesto de la UE y el fondo de recuperación poscovid dotado con 750.000 millones de euros. Además, durante su discurso sobre el estado de la Unión del pasado septiembre dejó claro su apoyo a la comunidad LGBTI. "Ser uno mismo no es cuestión de ideología, sino de identidad", recordaba la Presidenta.
Mientras tanto, entre los círculos de la Comisión Europea, a Von der Leyen se la conoce como una jefa con estrecho control sobre sus comisarios. "Proviene del estado miembro más grande, y políticamente se parece mucho a Angela Merkel. Así que se podría decir que está dirigiendo la Comisión de arriba hacia abajo", expresa Jacob Kirkegaard, analista sénior en el German Marshall Fund.
Relanzar el entendimiento con EE. UU.
En lo que respecta a las relaciones transatlánticas, la presidenta de la Comisión no olvida las lecciones aprendidas durante la presidencia de Donald Trump. "Me preocupa que Ursula von der Leyen, junto con otros políticos de la UE, se vuelvan a situar en su zona de confort, que es estar a la sombra de Estados Unidos, sin asumir responsabilidades europeas a la hora de tratar con los países vecinos, con África, y con China", analiza la experta en asuntos europeos Shada Islam.