Alberto Fernández, un año al timón de una Argentina zozobrando

Ha pasado un año. El 10 de diciembre se cumple el primer aniversario de la llegada a la presidencia de Argentina de Alberto Fernández, con Cristina Fernández de Kirchner como vicepresidenta. Un año marcado por la pandemia, que ha profundizado la grave crisis económica.
Fernández llegó al poder heredando una inflación y una deuda (equivalente al 89,4% del PIB) desbocadas, un año de recesión, una década de estancamiento, el desempleo al alza y cerca del 40% de la población bajo el umbral de la pobreza.
Tres meses después, llegó una invitada inesperada: la COVID-19. El confinamiento y la paralización del país fueron el golpe de gracia a unas finanzas en agonía.
Este año han desaparecido en Argentina 22.000 empresas y se han perdido 3,7 millones de empleos. El Gobierno prevé, este año, una caída del 12,1% de su PIB.
La reestructuración de la deuda
Pero, Fernández puede apuntarse un tanto: logró un acuerdo con los acreedores internacionales para reestructurar la deuda, evitando la temida suspensión de pagos.
"Hoy con tranquilidad podemos decir que el objetivo que nos fijamos lo hemos logrado. Para la Argentina el acuerdo que hemos alcanzado significan 37.00 millones de dólares menos que deberemos pagar en los próximos 10 años", decía Fernández.
Promesas de campaña
Con el plan de vacunación ya trazado, que comenzará en enero, Fernández vuelve a centrarse en sus promesas de campaña. Ya han sido enviados al Congreso dos proyectos de ley: para la reforma judicial y para la legalización del aborto, un tema que divide al país.
Evo Morales
Este primer año también estuvo marcado por el exilio del expresidente de Bolivia. Hace un mes, Fernández acompañaba a Evo Morales a la frontera: "Fue un honor tenerte entre nosotros, te vamos a extrañar", le dijo.
Maradona
Pero la despedida más dolorosa fue la de Diego Armando Maradona. "Diego era Argentina en el mundo, nos llenó de alegría y nunca le vamos a poder pagar tanta alegría", se despidió Alberto Fernández.