Un nuevo bocado en el acantilado ha disparado la inquietud en Nefyn, en la costa de Gales. Desde hace varios días, gigantescos trozos de montaña se desmoran sobre las playas en distintas partes del Reino Unido. El fenómeno es cada vez más frecuente y una sensación de inseguridad se ha apoderado...
Un nuevo bocado en el acantilado ha disparado la inquietud en Nefyn, en la costa de Gales. Desde hace varios días, gigantescos trozos de montaña se desmoran sobre las playas en distintas partes del Reino Unido. El fenómeno es cada vez más frecuente y una sensación de inseguridad se ha apoderado de esta localidad de poco más de 2 600 habitantes. Algunos han abandonado sus viviendas por temor a ser engullidos.
Desprendimientos similares se han producido recientemente en otros puntos del país, como en Seaton, en el sur, o en Happisbourgh, en el este.
Localidades con acantilados arenosos como Nefyn sufren en primera persona los efectos de la erosión marina. Siempre fue así, aunque el cambio climático parece haber acelerado sobremanera el fenómeno.
Malcolm Kerby, fundador del grupo de Acción de Vigilancia costera, nos muestra una fotografía de oa zona del año 2004. "Hoy estamos aquí", explica señalando la foto. "En aquella época, no se podía ver el mar desde esta dirección. Había casas por todas partes". Ahora está a escasos metros de distancia.
En algunas zonas del país se está procediendo a demoler viviendas e indemnizar a sus habitantes. En otras, no hay ayudas y se sienten desemaparadas. "El Estado no está haciendo lo suficiente", denuncia Malcolm Kerby.