Este sábado, más de 10 000 personas recorrieron las calles de la capital húngara bajo la bandera del arcoíris y con consignas que proclamaban la importancia del amor y la tolerancia. Ningún funcionario del Gobierno participó ni dedicó ningún mensaje de apoyo a la comunidad LGBTQ.
PUBLICIDADTras un año de ausencia, el desfile del Orgullo en Budapest volvió a celebrarse. El evento en apoyo a la comunidad LGBTQ tuvo que ser aplazado debido a la pandemia de coronavirus. Hasta que finalmente este sábado más de 10 000 personas recorrieron las calles de la capital húngara bajo la bandera del arcoíris y con consignas que proclamaban la importancia del amor y la tolerancia.
"La razón por la que creemos que es importante estar aquí es porque yo, por ejemplo, tengo muchos amigos homosexuales, y creo que ellos, como ciudadanos húngaros, tienen derecho a sentir que este también es su país", dijo una asistente a la marcha. Otro agregó: "Creo que todo el mundo merece ser amado, y por eso he venido".
La marcha de este año tomó una ruta diferente a la habitual, ya que los grupos de ultraderecha anunciaron protestas en varios lugares, con el objetivo de bloquear el recorrido de la marcha del Orgullo hacia la Avenida Andrassy. El Tribunal Supremo húngaro acabó fallando a favor de los ultraderechistas. Sin embargo, a esta acudieron unas pocas decenas de personas.
"Creo que es muy importante proteger los valores normales y no introducir el matrimonio gay y cosas así en la familia, porque no creo que sea normal", dijo un joven que cargaba un cartel a favor de la familia "tradicional".
"Soy heterosexual y acepto que les guste su propio sexo, pero que me dejen en paz porque a mí me gustan las chicas, el sexo opuesto", opinó otro.
A pesar de las crecientes tensiones, la marcha del Orgullo en Budapest terminó sin incidentes.