La erupción del volcán de la isla española de La Palma "no está estabilizada", según los expertos

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Por Ana Buil Demur  con EFE, AP, AFP
La lava del volcán Cumbre Vieja de La Palma (España) cayendo al mar
La lava del volcán Cumbre Vieja de La Palma (España) cayendo al mar   -  Derechos de autor  Daniel Roca/The Associated Press

La erupción del volcán de la isla española de La Palma no está estabilizada, advierten los expertos. Sigue arrojando humo, lava y cenizas.

En el municipio donde la lava del Cumbre Vieja llegó al mar, Tazacorte, y poblaciones cercanas, miles de personas siguen confinadas en sus casas, para protegerse de los gases. También sigue vigente la evacuación de San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y La Condesa. Y "se mantiene la exclusión de dos millas en la zona marítima".   

Las medidas restrictivas se mantendrán "mientras no se garantice que dichas zonas están fuera de riesgo", según Rubén Fernández, director del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (PEVOLCA).

Atascos interminables y destrucción imparable

Los expertos insisten en que, fuera del perímetro de seguridad de dos kilómetros y medio, la población puede moverse "con total normalidad". Eso a nivel sanitario, ya que la realidad es otra: la lava ha dejado inservibles 23 kilómetros de carreteras. Algunos habitantes de La Palma tardan tres horas en llegar al trabajo, a otros les es imposible acudir.

Muchos lo han perdido todo: la erupción ha destruido por completo más de 650 edificaciones y ha arrasado plantaciones de plátanos.

Un "enorme delta"

Y el paisaje ha cambiado por completo. El contacto de la lava con el mar ha creado un "enorme delta" de medio kilómetro de ancho, además de la nube de vapor de agua y gases, cuyos efectos nocivos parecen menores de lo que se temía.