Colombia | "Estamos ante un genocidio" dice un líder indígena tras el décimo asesinato en un mes. Albeiro Camayo murió ejecutado por disidentes de las FARC en el municipio de Buenos Aires, en el suroeste colombiano
PUBLICIDAD**Masacres, asesinatos selectivos, desplazamientos de población. La violencia sacude a Colombia con una fuerza atávica, un lustro después del acuerdo de paz con las FARC y en un año electoral crucial para el país. En el municipio de Buenos Aires, en el departamento de Cauca, una comunidad llora la muerte de José Albeiro Camayo, otro líder indígena asesinado, y ya van diez en menos de un mes. **
La población dice que fueron disidentes de las FARC, que abrieron fuego cuando Albeiro y otros guardias indígenas intentaban expulsarlos del municipio.
"Le dispararon al coordinador de la guardia (indígena) Albeiro Camayo. Después de dispararle varios tiros, el señor que tenía el fusil, alias “Paisa”, lo remató delante de toda la comunidad", relata Giovanni Yule, otro líder indígena.
"Él (José Albeiro Camayo ) sigue siendo un lider que defendió la comunidad, que defendió el territorio y que siempre lo que él decía es hacer respetar el territorio. Eso era él", cuenta Neis Lame, otro de sus compañeros.
Segundo asesinato en diez días en el municipio de Buenos Aires
Este asesinato es el segundo en diez días en el municipio de Buenos Aires. El anterior, ocurrido el 14 de enero, conmovió a Colombia, pues la víctima era un adolescente de 14 años, que también formaba parte de la guardia indígena.
"Estamos ante un genocidio. Aquí ya van 10 compañeros, hermanos y hermanas asesinadas por este grupo armado (disidencias de las FARC) que ha llegado a este territorio y que quiere tomarse el territorio", dice Giovanni Yule.
Desplazamientos forzados, asesinatos y desapariciones
Sin un mando unificado, las disidencias de las FARC, que se apartaron del acuerdo de paz, libran con otras organizaciones una lucha por el control de los narcocultivos y la explotación ilegal del oro y otros recursos. En este contexto, la resistencia de los líderes comunitarios molesta. De ahí que casi 1300 hayan sido asesinados en los últimos cinco años.
En otro departamento, el de Arauca, en la frontera entre Colombia y Venezuela, los enfrentamientos entre el ELN y los rebeldes de las FARC están dejando miles de desplazados y numerosos desparecidos en el camino.