El arroyo Bulgwangcheon en la capital surcoreana es visita obligada para cientos de personas que quieren disfrutar de este festival anual
Es la imagen más esperada de la primavera. Los cerezos en flor tiñen de blanco las calles de Seúl. El arroyo Bulgwangcheon en la capital surcoreana es visita obligada para cientos de personas que quieren disfrutar de este festival anual que los dos últimos años había sido cancelado por la pandemia de coronavirus.
Poco a poco el país sigue suavizando las restricciones sanitarias a pesar de las elevadas cifras de infección que todavía registra.
"Cada vez son más los países que están libres de mascarillas y las cifras de contagio a nivel mundial parecen estar disminuyendo, a pesar del número ligeramente elevado de casos diarios en Corea del Sur. Espero que Corea del Sur también se libere de las mascarillas este año, y espero volver a una vida cotidiana feliz", dice un joven estudiante de medicina.
Una vida cotidiana que se abre paso entre los árboles en plena floración. Un espectáculo natural que anuncia la llegada del buen tiempo y las actividades al aire libre.