Por Andrew Hay
- Los fuertes vientos llevaron el miércoles el incendio forestal más grande de Estados Unidos hasta un centro de esquí y a la comunidad de Taos en Nuevo México, de 1.000 años de antigüedad.
Mientras los residentes evacuaban, las llamas atravesaban los bosques secos y los bomberos trataban de proteger las casas de un incendio que ha quemado un sendero de más de 70 kilómetros de largo hasta las montañas Sangre de Cristo en poco más de un mes.
Las familias en Taos Canyon y la estación de esquí Angel Fire metieron sus pertenencias en automóviles y remolques después de que les dijeron que estuvieran listos para partir.
"Existe la posibilidad, con los modelos que estamos ejecutando, de que esas áreas se incendien", dijo Todd Abel, jefe de batallón del Grupo Nacional de Coordinación de Incendios Forestales, en una rueda de prensa.
En peligro inmediato estaba el pueblo de Chacón, donde los residentes se quedaron para defender viviendas que han estado en sus familias desde las concesiones de tierras hispano-mexicanas de la década de 1820, cuando el área aún no era parte de Estados Unidos.
"Hay mucho fuego que se dirige hacia allí, por lo que recomiendo encarecidamente que la gente evacúe", dijo Abel.
El norte de Nuevo México está atrapado en su peor sequía en al menos 500 años. El cambio climático ha reducido las capas de nieve y secado los bosques y valles de alta montaña, según los científicos.
El llamado incendio del Cañón Hermits Peak Calf ha destruido bosques y cuencas utilizadas por agricultores y pueblos ganaderos indohispanos que han dependido de ellos durante siglos para la tala, la leña y el riego.
Ahora amenaza los bosques donde las tribus nativas americanas Picuris Pueblo y Taos Pueblo han cazado y recolectado materiales de construcción durante unos 1.000 años.
El fuego ha quemado cientos de casas y más de 95.881 hectáreas de tierra, un área más grande que los cinco distritos de la ciudad de Nueva York. El incendio está contenido en un 33%.