La sequía y el calor están arruinando la fertilidad del granero de Italia, la gran cuenca del norte del país regada por el Po que la recorre de oeste a este a lo largo de 652 km.
La peor sequía en 70 años está teniendo un impacto en varias regiones de Italia.
Protección civil no descarta racionar el agua durante el día, ya se han impuesto restricciones en algunas áreas y muchas ciudades tienen que llevar agua en camiones cisterna. En algunas, el agua se ciorta completamente durante la noche.
La falta de agua ha paralizado la producción de arroz y maíz en la cuenca del río Po, en el norte, y la asociación de agricultores italianos estima que la sequía costará más de 3 000 millones de euros.
Los ganaderos también están preocupados por los costes de la crisis climática en sus explotaciones. Es el caso de Ettore Ferrarini que tiene una granja vacas lecheras, a los gastos en forraje se suma una inversión 65 mil euros.
Ettore Ferrarini:
_"Tenemos un sistema de ventilación para ayudar a las vacas a soportar el calor.Y luego hay que pagar la electricidad. Los ventiladores funcionan las 24 horas del día, no se apagan de noche." _
Este invierno ha nevado un 70% menos en los Alpes del sur, la vertiente italiana donde nace el río Po, lo que ha reducido el aporte del deshielo a los cursos de agua.