Túnez vota un borrador de Constitución que refuerza a su presidente

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Por Efe & Euronews
Manifestantes tunecinos izan una bandera el 23 de julio de 2022, durante una manifestación a lo largo de la avenida Habib Bourguiba en la capital, Túnez
Manifestantes tunecinos izan una bandera el 23 de julio de 2022, durante una manifestación a lo largo de la avenida Habib Bourguiba en la capital, Túnez   -  Derechos de autor  FETHI BELAID/AFP or licensors

Túnez vota este lunes un referéndum sobre el nuevo borrador de Constitución. A las seis de la mañana, cinco, hora española abrían las urnas del país para decidir un borrador de Carta Magna que, de aprobarse, sustituiría a la elaborada en 2014 por la asamblea constituyente.

Con el texto propuesto por el presidente, Kais Said, se introduce, según expertos y juristas, un sistema “ultrapresidencialista” que no garantiza la separación de poderes. Un texto que se redactó de forma privada y en menos de un mes. Cuando se cumple un año desde que Said llegase al poder, Túnez vota con un Parlamento disuelto y en pleno estado de excepción.

Más de 9 millones de tunecinos están llamados a las urnas. Se han habilitado 11.000 centros electorales en todo el país, que estarán abiertos hasta las diez de la noche, las nueve, hora española. miles observadores nacionales e internacionales velan por la legalidad un proceso. Con una población indiferente a la votación, los datos de participación serán determinantes para su legitimidad.

Convocado por el presidente del país, Kais Said, el referéndum introduce, según expertos y juristas, un sistema “ultrapresidencialista” que no garantiza la separación de poderes. Un texto que se redactó de forma privada y en menos de un mes.Cuando se cumple un año desde que Said llegase al poder, Túnez vota con un Parlamento disuelto y en pleno estado de excepción.

Más de 9 millones de tunecinos están llamados a las urnas. Se han habilitado 11.000 centros electorales en todo el país, que estarán abiertos hasta las diez de la noche, las nueve, hora española. miles observadores nacionales e internacionales velan por la legalidad un proceso. Con una población indiferente a la votación, los datos de participación serán determinantes para su legitimidad.