1972 pudo ser el gran año de Mark Spitz. En los Juegos Olímpicos ganó siete medallas de oro y batió siete récords mundiales. Nunca imaginó que su éxito se viese nublado por un atentado en el que murieron 17 personas
1972 pudo ser el gran año de Mark Spitz. En los Juegos Olímpicos ganó siete medallas de oro y batió siete récords mundiales. Nunca imaginó que su éxito se viese nublado por un atentado en el que murieron seis entrenadores, cinco atletas y un policía alemán a manos de terroristas palestinos del grupo Septiembre Negro. Spitz repasa ahora aquel terrible acontecimiento...
"Quiero decir que no creo que se hablara mucho de ser un atleta judío antes de que empezaran las Olimpiadas. Ciertamente no se hablaba del hecho de que Dachau, un campo de concentración, estaba a pocos kilómetros de la sala de natación y del estadio de atletismo. Creo que esto fue una gran salida de la era moderna en ese momento, para mostrar, ya sabes, aquí estamos, esta es la nueva Olimpiada, aquí es donde el mundo está hoy. Nadie sabía que, a una semana del inicio de los Juegos Olímpicos, esto iba a suceder".
Ningún campeón ha tenido una rueda de prensa tan dramática como la de Mark Spitz tras su última medalla de oro en natación:"Así que me encontré en una situación única. En un sentido, ¿era yo un portavoz?, ¿de quién? Ya sabes. Ser judío, bueno, es una posición de mucha presión para alguien que tiene 22 años, Yo no era un rabino. No tenía un conjunto de herramientas y conocimientos sobre un montón de cosas con las que, básicamente, responder a las preguntas de la manera en que se esperaba que lo hiciera. Hice lo mejor que pude en ese momento. Hoy sigue siendo la misma respuesta: "fue una tragedia terrible no sólo para esos atletas, sino para el movimiento olímpico y para las familias en particular". Y aún hoy seguimos hablando de ello".
Tras haber ganado cuatro oros individuales (100 y 200 metros mariposa, 100 y 200 metros libres) y tres más en equipos de relevos (4x100 y 4x200 metros libres, 4x100 metros medley), un Spitz exhausto fue llevado a cenar por dos periodistas. Sin saberlo, al mismo tiempo que regresaba a casa esa noche, ocho miembros del grupo terrorista Septiembre Negro habían entrado en la Villa Olímpica.
Spitz aún no estaba al corriente de la noticia cuando entró en lo que creía que sería una conferencia de prensa sobre sus logros a la mañana siguiente.
El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier calificó hoy de "vergonzoso" que haya llevado cincuenta años llegar a un acuerdo para indemnizar a las víctimas del atentado. Las relaciones diplimáticas entre Alemania e Israel quedaron muy dañadas tras la fallia operación de rescate de los servicios de seguridad alemanes.