Una enorme multitud se reunió este sábado en un estadio de Durban para celebrar el reconocimiento del presidente sudafricano Cyril Ramaphosa al nuevo rey de la monarquía tradicional más rica e influyente de Suráfrica.
Una enorme multitud se reunió este sábado en un estadio de Durban para celebrar el reconocimiento del presidente sudafricano Cyril Ramaphosa al nuevo rey de la monarquía tradicional más rica e influyente de suráfrica.
La simbólica coronación, la primera en más de medio siglo, llega tras un año de agrias disputas sucesorias en el seno de la familia real.
Todas las televisiones sudafricanas retransmitieron en directo la llegada de los coches oficiales y el baile de los guerreros amaButho descalzos con lanzas y escudos, con danzas de guerra.
Misuzulu Zulu, de 48 años, sucede en el trono a su padre Goodwill Zwelithini, que murió en marzo de 2021 tras un larguísimo reinado bajo el apartheid y luego la transición a una democracia multirracial. La muerte de esta respetada figura, coronada en 1968 a la edad de veinte años, ha conmocionado al país.
El nuevo rey MisuZulu ("el que fortalece al pueblo zulú"), rápidamente reconocido por el presidente Ramaphosa, es hijo de la favorita y tercera esposa del difunto rey, descrita como la "gran reina". La primera esposa impugnó la sucesión ante los tribunales, que rechazaron su demanda.
El título de rey no confiere poder ejecutivo, pero el monarca ejerce una gran influencia moral sobre más de 11 millones de zulúes, que constituyen casi una quinta parte de la población sudafricana, y siempre están dispuestos a celebrar su cultura.
En esta joven democracia, con once lenguas oficiales, los gobernantes y jefes tradicionales están reconocidos por la Constitución.
Entre los miles de personas reunidas en el estadio Moses Mabhida de Durban, tercera ciudad del país a orillas del océano Índico, con capacidad para 85.000 espectadores, se encontraba Mswati III, el monarca absoluto de la vecina Eswatini, tío del nuevo rey zulú.
La fama del pueblo zulú, que resuena más allá de las fronteras de África, se basa originalmente en las hazañas de Chaka, un guerrero despiadado y creador de un ejército que, generaciones más tarde, a finales del siglo XIX, ganaría una sangrienta batalla contra el Imperio Británico.