El calentamiento récord chocó con una voluntad política débil, mientras las presiones climáticas no dejaron de intensificarse aún más este año.
2025 fue un año difícil para la política climática, y también para un planeta que se calienta.
En los últimos 12 meses, el cambio climático ha sido imposible de ignorar, nos guste o no. Euronews repasa un año de máximos y mínimos récord.
Los 11 años más cálidos registrados
Empecemos con algunos datos climáticos de 2025, que no son alentadores.
La Organización Meteorológica Mundial ya ha dicho que los últimos 11 años han sido los más cálidos desde que hay registros, y 2025 es muy probable que sea el segundo o el tercero más cálido registrado.
Se espera que el balance final de enero muestre que los últimos tres años han superado el objetivo de 1,5ºC por encima de los niveles preindustriales fijado hace una década en el Acuerdo de París, según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus.
¿Por qué ocurre esto? Las concentraciones de gases de efecto invernadero alcanzaron un récord en 2025. Estos gases se generan por actividades humanas como la combustión de combustibles fósiles y por cambios en el uso del suelo vinculados a la deforestación y la agricultura industrial. Atrapan el calor del sol más rápido de lo que la atmósfera lo devuelve al espacio, provocan calentamiento global.
Trump califica el cambio climático de 'timo'
El año empezó con Donald Trump en la Casa Blanca, otra vez, como diría Forrest Gump, y sacando a Estados Unidos del Acuerdo de París, otra vez. Fue una promesa de campaña a los votantes estadounidenses y se ciñó al guion.
Más inesperado fue su discurso ante la Asamblea General de la ONU en septiembre, donde dijo que las renovables eran una "broma" y "demasiado caras". Acaparó titulares con una frase en particular, al describir el cambio climático como "el mayor timo jamás perpetrado contra el mundo".
Trump levantó la congelación de las autorizaciones de exportación de gas natural licuado (GNL) el mismo día que tomó posesión, y desde entonces las ventas estadounidenses se han disparado.
El GNL es un combustible fósil a menudo promocionado como vía de 'transición' hacia las renovables, pero su producción y transporte hacen que sus emisiones sean 33 por ciento superiores al carbón. Estados Unidos suministró casi la mitad del GNL de Europa este año.
Así que, en el tablero de avances y retrocesos de la reducción de emisiones, Estados Unidos bajó un peldaño en 2025, mientras su rival China subió algunos. Aunque sigue siendo el mayor emisor del mundo, un análisis de Carbon Brief concluye que las emisiones de CO2 de China llevan 18 meses estancadas o en descenso.
¿Acaba de tocar techo China? Posiblemente. El país registró descensos en las emisiones del transporte y de la producción de acero y cemento, y las centrales fósiles deberían anotar este año su primera caída anual de generación en una década como resultado de la gran expansión de las renovables para atender la demanda creciente.
En Bruselas, la política climática y energética de la UE se ha parecido más a un rompecabezas navideño en 2025. Hace poco, dio marcha atrás en los planes para abolir la venta de coches con motor de combustión a partir de 2035. Esto llegó pocos días después de cerrar por fin un objetivo jurídicamente vinculante de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero 90 por ciento respecto a los niveles de 1990 para 2040. ¿Son ambas medidas compatibles técnica y políticamente?
Durante meses se movieron piezas de la legislación del Pacto Verde dentro del rompecabezas como parte del paquete Omnibus I, presentado en febrero de 2025. Con la intención de 'simplificar' las normas, fue ampliamente criticado por dar marcha atrás en leyes ambientales de referencia y por ofrecer a los críticos del 'cero neto' una oportunidad fácil para anotarse puntos. El Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono de la UE, que debe entrar en vigor el día de Año Nuevo de 2026, fue objeto de una presión constante por parte de industrias sobre cómo debe aplicarse exactamente y quién puede alegar quedar exento.
Amnistía Internacional calificó Omnibus I como una 'hoguera' regulatoria, mientras BLOOM describió que Europa entra en una 'oscuridad democrática'.
En noviembre, la cumbre climática COP30 también vivió momentos incendiarios, entre ellos cuando parte de un pabellón llegó a arder. Celebrada en Brasil, a las puertas de la selva amazónica, ha sido elogiada por dos cosas.
En primer lugar, tras tres COP anteriores organizadas en países antidemocráticos y autoritarios, los activistas climáticos pudieron al menos verse y hacerse oír algo más fácilmente este año. En segundo lugar, ante la falta de avances fáciles en los objetivos del Acuerdo de París de la CMNUCC, empezaron a surgir coaliciones entre países más favorables al clima. Apunta a un nuevo rumbo frente al statu quo, que enfrenta a los dispuestos con los reacios.
En conjunto, la COP30 no se percibió como un éxito. El respetado Climate Action Tracker la calificó de 'decepcionante', con 'poco o ningún avance medible en las proyecciones de calentamiento, por cuarto año consecutivo'. Calculan que actualmente vamos camino de un calentamiento de 2,6 grados Celsius por encima de las medias preindustriales para 2100, y que el calentamiento continúa en el próximo siglo.
El hielo se derrite, el mar sube, la tierra se abrasa
Mientras tanto, en las zonas más remotas del planeta, los cambios se aceleran, en medio del temor de que se estén superando puntos de no retorno. Si la política climática de 2025 no le marea, la realidad del calentamiento sobre tierra, en la criosfera y en los océanos probablemente sí.
Para empezar, levante la vista y disfrute de cualquier cumbre helada mientras pueda, porque no estarán mucho tiempo. Un estudio de 2025 del ETH Zúrich concluye que estamos a punto de entrar en un periodo que bautizan como 'pico de extinción de glaciares'. Zonas como los Alpes, las Montañas Rocosas, el Cáucaso y los Andes cambiarán para siempre.
Este año se confirmó que Venezuela ha perdido sus últimos glaciares. Para 2100, Europa central apenas conservará tres por ciento del número total de glaciares actual si siguen las tendencias de calentamiento. Esto tiene implicaciones profundas no solo para los bellos destinos turísticos, sino también para la hidroelectricidad y las comunidades agrícolas que dependen del deshielo en verano. Los peligros asociados al colapso glaciar llamaron la atención del mundo cuando la aldea suiza de Blatten fue arrasada por un torrente de hielo, barro y rocas en mayo.
En otro frente, un estudio publicado en junio de 2025 llamó la atención al simular el colapso del AMOC, la cinta transportadora de calor desde el ecuador que mantiene el norte de Europa templado y húmedo. No ofrece calendario, pero la modelización es extraordinaria. En un escenario de emisiones moderadas con una rápida desaceleración de las corrientes oceánicas, habría hielo marino llegando a Escocia y temperaturas invernales en Londres de hasta -20ºC. El norte de Europa sería la única parte del planeta que se enfriaría, en vez de calentarse.
En la Antártida, los investigadores también observan la desestabilización de las plataformas de hielo. Un equipo de la Universidad de East Anglia, en el Reino Unido, utilizando el submarino de investigación británico Boaty McBoatface, llevó a cabo el primer estudio de la 'línea de apoyo' bajo la plataforma de hielo Dotson, el punto en el que el glaciar pasa a flotar en el mar. Hallaron que el agua en el interior de la cavidad era 'sorprendentemente cálida', y ahora se apresuran a explicar cómo llegó allí.
En Groenlandia, el verano fue largo. Científicos del Instituto Meteorológico Danés constataron que el deshielo comenzó a mediados de mayo de 2025 y se prolongó hasta septiembre. Eso significa que el verano llegó 12 días antes que el promedio 1981-2025, y el territorio perdió 105.000 millones de toneladas de hielo en la temporada 2024-2025.
Ese deshielo es uno de los factores que contribuyen a la aceleración sostenida de la subida del nivel del mar. Aún no hay cifras de 2025, pero en 2024 se registró un récord de 5,9 milímetros de aumento del nivel del mar, y el promedio 2014-2023 es ahora de 4,7 milímetros por año.
Las comunidades costeras de todo el mundo prestan atención y exigen acción, incluso en la América de Trump. En la costa de Carolina del Sur, donde Forrest Gump pescaba gambas, vecinos se unen para documentar las mareas altas en un proyecto de ciencia ciudadana organizado por el Acuario de Carolina del Sur. Si le interesan fotos de agua turbia en ascenso, es su sitio.
Repasando los últimos 12 meses, la lista de desastres naturales amplificados por el cambio climático es larga. México y Sri Lanka sufrieron inundaciones y corrimientos de tierra, mientras que lluvias excepcionales en Indonesia y Malasia dejaron cientos de muertos y centenares de miles de desplazados. Cuba y Jamaica fueron azotadas por el huracán Melissa.
Cinco años de sequía han convertido la Media Luna Fértil en un erial polvoriento. Irán, Irak y Siria afrontan también escasez de agua severa y potencialmente catastrófica. Siempre ha habido sequías en estas regiones, pero un análisis rápido de los científicos de World Weather Attribution concluye que una sequía de un año solo cabría esperar cada 50 a 100 años en un clima más frío y preindustrial,y hoy se espera que vuelva cada diez años.
En Europa, hubo emisiones récord por los incendios forestales este verano, según el Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus. Se liberaron algo menos de 13 gigatoneladas de CO2, y la contaminación por PM2,5 se situó por encima de las directrices de la OMS en amplias zonas de España y Portugal.
En cuanto a temperaturas, este año se batieron nuevos récords en todo el mundo. Aunque 2025 no será el más cálido, fue un año excepcionalmente cálido. Finlandia registró repetidamente temperaturas por encima de 30ºC durante una ola de calor de dos semanas, Turquía alcanzó un nuevo récord nacional de 50,5ºC, mientras que se registraron valores similares en Irán e Irak. Se batieron récords en estaciones meteorológicas de China, y Japón vivió un verano prolongado, con el 5 de agosto de 2025 marcando un nuevo récord nacional de temperatura de 41,8ºC.
¿Qué nos depara 2026?
En 2026, las previsiones de la oficina meteorológica del Reino Unido (Met Office) apuntan a que viviremos uno de los cuatro años más cálidos desde que hay registros.
El profesor Adam Scaife, que dirige el equipo de previsión global, dijo "Los últimos tres años probablemente han superado 1,4ºC y esperamos que 2026 sea el cuarto año consecutivo en hacerlo. Antes de este repunte, la temperatura global no había superado 1,3ºC".
A más largo plazo, crece la expectación ante la primera conferencia internacional sobre la 'Transición Justa para abandonar los combustibles fósiles', que se celebrará en Colombia los días 28 y 29 de abril, coorganizada por Colombia y Países Bajos.
El encuentro se celebrará en un gran puerto carbonero, con el objetivo de mover la aguja hacia políticas más favorables al clima.