La vicepresidenta de Argentina estaba acusada de haber cometido delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta de fondos públicos durante los gobiernos kirchneristas (2003-2015).
La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, ha recibido este martes una condena a 6 años de prisión en un proceso por corrupción que comenzó en mayo de 2019.
La sentencia dictada por el Tribunal Oral Federal 2 en Buenos Aires achaca a Fernández irregularidades económicas en la concesión de obra pública en autopistas
La condena conlleva la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
La líder del peronismo kirchnerista cuenta con fueros de inmunidad que impiden que sea detenida hasta diciembre de 2023 cuando acaba su mandato de vicepresidenta.
Además tendría la posibilidad presentarse al Senado en octubre de 2023 para mantener la inmunidad y no cumplir condena.