Hasta 200 rescatistas y siete helicópteros fueron enviados al lugar del incidente, donde quedaron atrapados una decena de esquiadores.
Los testigos lo califican ya de "milagro", teniendo en cuenta lo que se llegó a temer y cuál fue el resultado final.
La avalancha de este domingo en la estación austriaca de Lech/Zurs dejó finalmente tan solo cuatro heridos y ninguna víctima mortal, después de que una decena de esquiadores quedaran atrapados durante horas bajo la nieve.
"Todos estamos muy aliviados", confesaba este lunes el alcalde de Lech, Gerhard Lucian. "Toda la unidad operativa, que ha buscado y que ha trabajado toda la noche, hasta la una de la madrugada, está muy contenta".
La avalancha se había desatado por debajo del telecabina Trittkopf, situado a 2700 metros. La zona conocida como crítica ya había sido limpiada, pero obviamente el peligro nunca se elimina por completo.
"Es poco probable que tenga lugar un incidente de este tipo", opinaba por su parte el jefe de la oficina de turismo, Hermann Fercher. "No recuerdo que en los últimos doce años se haya producido una avalancha en una pista de esquí. Una situación así es una desgracia. Pero hemos tenido suerte en la desgracia".
Hasta 200 rescatistas y siete helicópteros fueron enviados al lugar del incidente, la pista numero 134, de nivel rojo. Se trató de una de las mayores operaciones de rescate de los últimos años en Lech/Zurs, una de las estaciones de esquí más famosas y reconocidas de los alpes austriacos.