Según las últimas encuestas, el líder de los socialdemócratas, Kemal Kılıcdaroglu, parte con una ligera ventaja para hacerse con la victoria el 14 de mayo
PUBLICIDADUn día después del multitudinario mitin del líder del CHP, Kemal Kılıcdaroglu, Estambul fue de nuevo escenario de un enorme acto electoral, en este caso del candidato del AKP, Recep Tayyip Erdogan. Según cifras oficiales, 1,7 millones de personas asistieron al mitin, fieles a un líder que, dicen, no les ha fallado.
"Erdogan cumplió todo lo que prometió hasta ahora. No hay nada que no haya cumplido", decía un asistente.
"Erdogan es musulmán, es valiente, tiene moral y amor al deber", añadía otro ciudadano. "Es un líder con amor por su país y su pueblo". Otra mujer opinaba similar: "Conozco el pasado y quiero seguir el camino de Erdogan. Erdogan es siempre él mismo".
El presidente en funciones de Turquía no dudó en atacar duramente a Kılıcdaroglu, al que tachó de borracho e infiel, entre otras cosas. Y es que, tras prácticamente 20 años en el poder, Erdogan ve peligrar su reelección ante el empuje del socialdemócrata, que según las encuestas ahora mismo es favorito en las elecciones del próximo domingo, 14 de mayo.
"No dejaremos que Kilicdaroglu, que viaja con organizaciones terroristas, tenga este país dividido", dijo Erdogan durante su discurso, retransmitido en directo por las televisiones turcas. "Mi pueblo no dejará que el borracho tome la plaza y se vaya", agregó el presidente.
Para muchos, la reacción del Gobierno ante el terremoto de febrero pasado —lenta y tardía según unos, todo lo correcta que se pudo, según otros— se ha convertido en el tema que puede acabar decantando la balanza de uno u otro lado. El próximo domingo, Turquía tendrá la última palabra.