El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, visitó este jueves el Valle de Cuelgamuros, antes conocido como Valle de los Caídos (el principal monumento franquista), para conocer de primera mano las labores de exhumación de 160 víctimas de la dictadura.
Los restos mortales reclamados por las familias, que están siendo recuperados e identificados, fueron trasladados desde varias partes de España después de la guerra civil de 1936-1939 y enterrados sin consentimiento familiar en el mausoleo erigido por el dictador Francisco Franco en el Valle de Cuelgamuros, 50 km al noroeste de Madrid.
"Sin memoria no hay democracia", declaró Sánchez en la red social X tras su visita a Cuelgamuros este jueves. En el contexto de la disputa abierta con varias comunidades autónomas, el jefe del Ejecutivo central añadió que la Ley de Memoria Democrática "se va a cumplir" para saldar la "deuda pendiente con quienes dieron su vida luchando por la libertad y la democracia en España".
En ese sentido, en su reunión del martes, el Consejo de Ministros analizó las "posibles acciones" ante las propuestas de algunas comunidades autónomas "gobernadas por el PP y Vox, encaminadas a derogar la regulación de memoria democrática", según un comunicado de La Moncloa.
El Gobierno contempla la transformación del lugar en un futuro "centro de interpretación memorialista" para dotar de contexto su significado histórico.
Sánchez visitó el laboratorio forense formado por seis médicos forensesy más de 20 expertos en historia, arqueología y genética.