La Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó el plan de Trump de recortar 9.000 millones de dólares (7.700 millones de euros) en radiodifusión pública y ayuda exterior, ahora a la espera de su firma. El proyecto fue aprobado por 216 votos a favor y 213 en contra.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos dio este viernes su aprobación final al plan del presidente Donald Trump de recortar unos 9.000 millones de dólares (7.700 millones de euros) de la financiación gubernamental previamente aprobada para la radiotelevisión pública y la ayuda exterior.
La votación de la financiación se había retrasado un par de horas debido a las peticiones de los demócratas para que se votara la publicación de los archivos de Jeffrey Epstein, pero finalmente la Cámara aprobó el proyecto de ley por 216 votos a favor y 213 en contra. El proyecto irá ahora a la Casa Blanca para que Trump lo convierta en ley.
Algunos republicanos no apoyaban el plan, pero votaron a favor a pesar de todo, recelosos de enfrentarse a Trump y perturbar su agenda de recortar drásticamente el gasto federal. Se trata de un esfuerzo del Partido Republicano por atacar a las instituciones que consideran hinchadas o fuera de sintonía con su agenda.
La primera vez, pero no la última
Es la primera vez en décadas que un presidente presenta con éxito un paquete de rescisión de este tipo al Congreso, y Trump indicó que no será la última. El paquete rescindirá aproximadamente 1.100 millones de dólares (945 millones de euros) que estaban destinados a la Corporation for Public Broadcasting (CPB), un presupuesto que se esperaba que recibiera en los dos próximos ejercicios presupuestarios.
La CPB distribuye dos tercios de sus fondos a más de 1.500 emisoras locales de radio y televisión públicas, y el resto de sus fondos se asigna a la 'National Public Radio' ('NPR') y al 'Public Broadcasting Service' ('PBS'), el servicio público de radiodifusión, para apoyar la programación nacional.
La Casa Blanca alega que el sistema público de medios de comunicación está políticamente sesgado en contra del partido conservador, por lo que lo considera un gasto innecesario. Los legisladores que representan a las zonas rurales expresaron su preocupación por los recortes de financiación, haciendo hincapié en que las emisoras "no son sólo sus noticias", sino también una herramienta para transmitir alertas de emergencia, como en caso de catástrofes naturales.
También se recortarán casi 8.000 millones de dólares (6.875 millones de euros) de programas de ayuda exterior, incluidos muchos destinados a ayudar a países donde persisten la sequía, las enfermedades y la agitación política. Entre estos recortes hay 800 millones para un programa que proporciona refugio de emergencia, agua y reunificación familiar a los refugiados, y 496 millones para proporcionar alimentos, agua y atención sanitaria a países afectados por desastres naturales y conflictos.
También hay un recorte de 4.150 millones de dólares (3.566 millones de euros) para programas destinados a impulsar las economías y las instituciones democráticas en los países en desarrollo. Los demócratas advirtieron de que el proyecto de ley perjudicaría la posición de Estados Unidos y, en cambio, ofrecería una oportunidad a China para llenar un vacío. Los republicanos replicaron que los recortes incentivarían a otros países a dar un paso adelante y hacer más en tiempos de crisis humanitaria.