Durante las conversaciones de paz en Estambul de este miércoles se han debatido las condiciones para un posible alto el fuego, así como la posible reunión de primer nivel y los ya habituales intercambios de prisioneros.
Las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania se han celebrado por tercera vez este miércoles en el Palacio de Ciragan de Estambul. Rustem Umerov, secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa y cabeza de la delegación ucraniana, ha confirmado que han propuesto a su contraparte celebrar una cumbre de líderes a finales de agosto. "Si Rusia acepta esta propuesta", ha dicho Umerov ante los medios, "demostrará claramente al mundo entero, incluidos nuestros socios, que tiene un planteamiento constructivo".
Recordando que Ucrania está dispuesta a un alto el fuego incondicional, Umerov ha declarado lo siguiente: "Seguimos considerando que un alto el fuego total e incondicional es una base necesaria (...) depende de la otra parte dar pasos en esta dirección. Hemos insistido en que el alto el fuego debe ser real, debe incluir el cese completo de todos los ataques contra civiles e infraestructuras críticas. Naturalmente, hemos dado prioridad a la agenda humanitaria de intercambio de prisioneros", ha añadido.
Las dos rondas anteriores de conversaciones entre Rusia y Ucrania se saldaron con canjes de prisioneros a gran escala, pero sin medidas concretas para poner fin a la ocupación rusa de Ucrania tras más de tres años de guerra. El presidente estadounidense, Donald Trump, también había insinuado que podría ir a Estambul para esta reunión durante su visita a Oriente Próximo: "Si yo no voy, Putin no vendrá. Si es necesario, puedo ir a Estambul el viernes". Sin embargo, ni Putin ni Trump asistieron a las negociaciones, por lo que Zelenski tuvo que retirarse de las negociaciones y limitarse a reunirse con el presidente Erdogan en Ankara.
El ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, presidió la tercera ronda de negociaciones que acoge Turquía, mientras que İbrahim Kalın, jefe de la Organización Nacional de Inteligencia (MIT), también participó en la reunión. La delegación rusa ha estado encabezada por Vladimir Medinski, consejero del presidente ruso.
Objetivo: buscar un terreno común para las condiciones de paz
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró a principios de semana que en la reunión de Estambul se debatirían los borradores de los memorandos de entendimiento entre ambos países sobre las condiciones de paz y alto el fuego, así como el intercambio de prisioneros: "Estos son opuestos entre sí", aseveró. "Por lo tanto, se hará un gran trabajo diplomático".
Desde la última ronda de conversaciones de paz, Rusia ha publicado un memorando en el que detalla sus condiciones para poner fin al conflicto. Entre ellas figura la retirada completa de las fuerzas de Kiev de cuatro regiones ucranianas (Donetsk, Luhansk, Zaporiyia y Jersón), que según Moscú son "nuevos territorios" que se anexionó. Las condiciones ucranianas para la paz incluyen un alto el fuego para la continuación de las negociaciones, mientras que este borrador prevé una reunión Zelenski-Putin para ver un acuerdo final. También pide el intercambio de prisioneros de guerra, la devolución de los niños secuestrados por Rusia y la liberación de todos los civiles en cautiverio ruso.
El 28 de febrero de 2022, cuatro días después de la invasión a gran escala de Moscú, funcionarios ucranianos y rusos se sentaron para el primer intento de negociar el fin de la guerra. Tras la conversación telefónica de Zelenski con su homólogo de Minsk, Alexander Lukashenko, las delegaciones se reunieron en la frontera de Ucrania con Bielorrusia, aliado clave de Moscú. Tras varias rondas de conversaciones en este Estado satélite prorruso, las delegaciones se reunieron por primera vez en Estambul el 29 de marzo de 2022.
Rusia, por su parte, insistie en lo que el Kremlin llama las "causas profundas" de la guerra, las razones de la invasión de Ucrania articuladas por Putin. Según Moscú, éstas incluyen la supuesta violación del compromiso de la OTAN de no expandirse hacia Europa del Este y hacia las fronteras de Rusia, la supuesta discriminación del Gobierno ucraniano contra los rusos étnicos y argumentos más vagos como lo que Putin ha llamado la "desnazificación" de Ucrania. Hasta ahora, Putin y Rusia no han aportado pruebas de ninguna de estas acusaciones. El Kremlin quiere que la nueva ronda de conversaciones se reanude en marzo de 2022, donde lo dejaron ambas partes.
Estambul 2022 vs Estambul 2025
En mayo, Putin propuso a que Rusia y Ucrania reanudaran las negociaciones directas el 15 de mayo de 2022, que según él habían sido interrumpidas por Ucrania. El asesor presidencial ruso Yuri Ushakov reiteró posteriormente la postura oficial del Kremlin, afirmando que las negociaciones debían tener en cuenta "la evolución de las conversaciones de 2022". El borrador del acuerdo de Estambul 2022 incluía términos que el Instituto para el Estudio de la Guerra, un 'think tank' con sede en Estados Unidos, equiparó a la rendición completa de Ucrania.
Según el 'Wall Street Journal' y el 'New York Times', la primera versión de los protocolos de 2022 exigía que Ucrania abandonara sus ambiciones de entrar en la OTAN e incluyera una cláusula de neutralidad en su constitución que prohibiera a Ucrania unirse a cualquier alianza militar, firmar acuerdos de este tipo o acoger soldados, instructores o sistemas de armamento extranjeros en Ucrania. Moscú también exigió que Rusia, Estados Unidos, Reino Unido, China, Francia y Bielorrusia se convirtieran en garantes de seguridad del acuerdo.
Rusia exigió que los Estados garantes "pongan fin a los tratados y acuerdos internacionales incompatibles con la neutralidad permanente de Ucrania", incluidos los acuerdos de asistencia militar. Moscú también insistió en que el Ejército ucraniano se limitara a 85.000 soldados y que los misiles ucranianos no superaran un alcance de 40 kilómetros, lo que permitiría a las fuerzas rusas desplegar sistemas y equipos críticos cerca de Ucrania sin temor a ser atacadas.
Tres años después, Moscú parece dispuesto a insistir en las mismas exigencias, a pesar de que Rusia no ha hecho realidad ninguno de sus objetivos estratégicos en Ucrania, no ha capturado ninguna capital regional y ni siquiera ha alcanzado las fronteras administrativas de las regiones de Luhansk y Donetsk que ocupa desde su primera invasión en 2014.