El Servicio de Seguridad de Ucrania ha detenido a un empleado de la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU) acusado de espiar para el FSB ruso. La operación ha generado críticas por el uso de la fuerza sin orden judicial y preocupación entre los países del G7.
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y la Fiscalía General (OGP) informaron el lunes de que habían descubierto la infiltración del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB, el antiguo KGB) en la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU).
"Un empleado de la oficina central de NABU ha sido detenido", informó el servicio de seguridad. "Trabajaba en la unidad más elitista, la D-2, y espiaba para los servicios especiales rusos", afirma el comunicado, sin publicar el nombre del funcionario arrestado.
La investigación determinó que las actividades subversivas del agente estaban coordinadas por Dmytro Ivantsov, jefe adjunto de Seguridad del expresidente ucraniano prorruso Víktor Yanukóvich.
Según los servicios ucranianos, Ivantsov, que en febrero de 2014, tras la Revolución del Maidan, "ayudó al presidente fugitivo a llegar a Rusia, pero él mismo se quedó en Crimea, se unió a los ocupantes y fue reclutado por el FSB". El diario 'Ukraïnska Pravda' añade que, según sus fuentes, el nombre del agente encubierto es Víktor Goussarov.
El empleado en cuestión habría recopilado y transmitido a los servicios especiales rusos los datos de identidad de los agentes del orden ucranianos y de otros ciudadanos, además de extraer información personal de una base de datos cerrada de las fuerzas del orden ucranianas.
"Se han documentado al menos 60 casos de transferencia de información restringida a su contacto en el conservador FSB", reza el comunicado. Por cada una de estas transferencias habría recibido dinero en su tarjeta bancaria, continúa el comunicado. En este vídeo de los Servicios de Seguridad de Ucrania (SBU), puede verse la detención del presunto espía.
Este anuncio se produjo después de una serie de registros masivos llevados a cabo por el SBU en las oficinas de la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) el lunes por la mañana sin la orden de un juez: al parecer afectaban a 15 empleados, la mayoría de los cuales están acusados de causar un accidente de tráfico, y "algunos de los cuales están acusados de tener posibles vínculos con Rusia".
En total, las fuerzas especiales y los agentes del orden llevaron a cabo unos 80 registros de 19 empleados de la Oficina Anticorrupción en distintas regiones de Ucrania. En particular, en el marco de estas acciones fue detenido Ruslan Magamedrassoulov, uno de los jefes de los departamentos interregionales de detección de la NABU, sospechoso de realizar actividades económicas con Rusia.
La NABU se queja de una investigación sin orden judicial
La Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) ha respondido a estas informaciones, señalando que no hay pruebas de la implicación del empleado de la NABU detenido por actividades de espionaje.
De hecho, según la Oficina, en 2023 recibieron información sobre "riesgos potenciales" relacionados con uno de sus empleados. Las comprobaciones se llevaron a cabo y "en el transcurso de la inspección conjunta no se encontraron pruebas ni testimonios" relativos a ninguna actividad sospechosa. Esto fue confirmado por el representante del SBU en conversaciones personales", afirma la agencia ucraniana en Telegram.
Además, la NABU, que en el pasado ha puesto en aprietos a varios altos funcionarios, como en el caso del ministro de Defensa ucraniano, Rusev Umerov, con diversas acusaciones, subrayó que la "gran mayoría" de los casos se referían a acusaciones no relacionadas, como accidentes de tráfico de hace varios años. La NABU también se quejó del uso de la fuerza contra sus empleados y de la ejecución de actos de investigación sin orden judicial.
Mientras los analistas apuntan a una posible lucha interna en el aparato gubernamental ucraniano, en un contexto marcado por la remodelación del Gabinete y el cambio de primer ministro, destinados, entre otras cosas, a apaciguar el descontento general de la opinión pública, las reacciones internacionales han sido mucho más alarmadas.
Críticas por parte de Transparencia Internacional
La organización de lucha contra la corrupción Transparencia Internacional afirmó que los registros llevados a cabo sin orden judicial demostraban que las autoridades estaban ejerciendo una "presión masiva" sobre los ucranianos que luchan contra la corrupción.
"Las recientes acciones coordinadas del Servicio de Seguridad de Ucrania, la Fiscalía General y la Oficina Estatal de Investigación demuestran que las autoridades están intentando socavar la independencia de las instituciones anticorrupción ucranianas que siguieron a la Revolución de la Dignidad. Estas acciones parecen estar dirigidas a obtener información por la fuerza e influir en las investigaciones sobre altos cargos. Transparencia Internacional Ucrania denuncia públicamente que esta presión sobre los organismos anticorrupción es inaceptable", reza su comunicado de prensa.
Los defensores de la lucha contra la corrupción están preocupados desde que Vitaliy Shabunin, uno de sus líderes, fue acusado a principios de mes de fraude y evasión del servicio militar. La Administración del presidente Volodímir Zelenski niega que los procesamientos en Ucrania tengan motivaciones políticas.
Investigación de los embajadores de los países del G7
Los embajadores de los países del G7 en Kiev emitieron un comunicado en el que expresaban su "seria preocupación y su intención de discutir estos acontecimientos con los líderes del Gobierno".
Los embajadores del G7 afirmaron que seguían de cerca la investigación de varios empleados de la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) sospechosos de haber cometido delitos. "Nos hemos reunido hoy con representantes de NABU, tenemos serias preocupaciones y nuestra intención es discutir estos desarrollos con los líderes del Gobierno", decía el comunicado.
Los diplomáticos reiteraron su apoyo a "la transparencia, las instituciones independientes y la buena gobernanza" y su aprecio por las asociaciones en Ucrania "para luchar conjuntamente contra la corrupción".