El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso explicó que las acciones de los países occidentales suponen una amenaza para Rusia y exigen medidas de represalia.
Rusia ya no se considera obligada por la moratoria sobre el despliegue de misiles terrestres de medio y corto alcance, según ha declarado el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso. El Ministerio justificó la decisión por los cambios en la situación internacional y las acciones de otros países, principalmente Estados Unidos y sus aliados, que no apoyaron la política de moderación de Moscú.
Las autoridades rusas anunciaron una moratoria unilateral del despliegue de misiles de alcance intermedio y de menor alcance tras la terminación del Tratado INF firmado por Mijaíl Gorbachov y Ronald Reagan en 1987. El acuerdo preveía la eliminación de los misiles balísticos y de crucero de alcance medio con base en tierra, así como la prohibición de su desarrollo y despliegue. En 2018, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su retirada del tratado, acusando a Moscú de violarlo. En 2019, el tratado expiró oficialmente.
En el verano de 2024, el presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió de que reaccionaría ante el despliegue "episódico" de misiles estadounidenses en Alemania anunciado para 2026. Berlín vinculó el proyecto a la invasión rusa de Ucrania, calificando los misiles de elemento disuasorio para Rusia.
Los misiles de alcance intermedio y corto son misiles balísticos y de crucero terrestres capaces de recorrer entre 500 y 5.500 kilómetros y que suelen llevar una carga nuclear. El despliegue mutuo de este tipo de misiles repetiría en la práctica la situación de principios de la década de 1980, cuando los misiles Pershing estadounidenses se desplegaron en Alemania y la URSS, a su vez, amenazó a Europa Occidental con sus misiles de medio alcance, informó 'Radio Liberty'.