Los familiares de dos de las víctimas de la explosión ocurrida en 2023 exigen una normativa más estricta tras el demoledor informe publicado este martes por los guardacostas estadounidenses, donde la empresa promotora ha sido duramente criticada.
Según un informe de los guardacostas estadounidenses publicado este martes, unas prácticas de seguridad "muy deficientes" de la compañía privada OceanGate contribuyeron a una explosión "evitable" tras la que murieron las cinco personas a bordo del submarino Titan.
El 18 de junio de 2023, a unos 90 minutos de sumergirse cerca de los restos del Titanic, este sumergible privado sufrió una detonación en la que murieron su director, Stockton Rush, y cuatro pasajeros, entre ellos un padre y un hijo anglopaquistaníes. El informe identificó ocho factores principales que contribuyeron a la fatal implosión, entre ellos un diseño y unos procesos de prueba inadecuados, un análisis de datos insuficiente y el uso de fibra de carbono, que hizo que la nave fuera incapaz de soportar la presión de las profundidades marinas.
El informe también constató un "ambiente de trabajo tóxico" en OceanGate, donde el despido se utilizaba habitualmente como medio para impedir que el personal denunciara problemas de seguridad. Además de los ocho factores principales de la tragedia, el informe enumera otros cuatro que podrían haber contribuido a ella.
El servicio de guardacostas califica las prácticas operativas de OceanGate de "críticamente defectuosas" y pone de relieve "flagrantes disparidades entre sus protocolos de seguridad escritos y sus prácticas reales". También señala que OceanGate carecía de normas exhaustivas para la supervisión de sus sumergibles. La conclusión más dura del informe es que OceanGate utilizó "tácticas intimidatorias" para evitar el escrutinio regulador.
"Al crear y explotar estratégicamente la confusión normativa y los problemas de supervisión, OceanGate pudo en última instancia operar con el Titan completamente al margen de los protocolos establecidos para aguas profundas", afirma el informe. Jason Neubauer, de la Junta de Investigación Marina, ha dicho que las conclusiones ayudarán a prevenir futuras tragedias. "Es necesaria una supervisión más estricta y opciones claras para los operadores que exploran nuevos conceptos fuera del marco normativo vigente", afirmó en un comunicado.
Tras la publicación del informe de los guardacostas, la familia de dos de los pasajeros que perdieron la vida en el submarino Titan ha reclamado una normativa más estricta. El empresario anglopaquistaní Shahzada Dawood, de 48 años, y su hijo Suleman, de 19, eran dos de los tres pasajeros que murieron cuando el Titán hizo implosión.
"Ningún informe puede alterar el desgarrador desenlace, ni llenar el inconmensurable vacío dejado por dos queridos miembros de nuestra familia", reza un comunicado de la familia. "Creemos que la rendición de cuentas y el cambio normativo deben seguir a un fallo tan catastrófico... Si el legado de Shahzada y Suleman puede ser un catalizador para un cambio normativo que ayude a evitar que una pérdida así vuelva a ocurrir, nos traerá algo de paz".
¿Quién más estaba a bordo?
Además de los Dawood y de Rush, director general de OceanGate, entre los fallecidos se encontraba el aventurero británico Hamish Harding, que dirigía el concesionario de jets privados Action Aviation, con sede en Dubai. Completaba la tripulación de cinco personas el exsubmarinista francés y experto en el Titanic Paul-Henry Nargeolet.
OceanGate comenzó a llevar pasajeros a los restos del Titanic en 2021, cobrando 250.000 dólares (216.000 euros) por persona y viaje. Tras la implosión del Titan el 18 de junio de 2023, la oficina de la empresa se cerró el 21 de junio y el 6 de julio la empresa había cesado todas sus operaciones.