A Frédéric Péchier se le acusa de haber contaminado medicamentos para perjudicar a sus compañeros de trabajo, lo que acabó provocando la muerte de 12 víctimas. El investigado mantiene su inocencia.
Comienza en el este de Francia el juicio contra un anestesista francés acusado de envenenar a 30 pacientes, 12 de los cuales murieron, a lo largo de un periodo de nueve años. Frédéric Péchier, que se enfrenta a cadena perpetua si es declarado culpable, llevó a cabo los presuntos delitos en dos clínicas de la ciudad de Besançon, situada a unos kilómetros de Dijon y junto a la frontera suiza, entre los años 2008 y 2017.
El entonces médico, de 53 años, llamó la atención de las autoridades por primera vez después de que Sandra Simard sufriera un paro cardíaco durante una operación rutinaria en enero de 2017. Entonces se encontró una dosis potencialmente letal de potasio en una bolsa de anestesia, según los medios franceses. Una investigación de las autoridades descubrió decenas de casos más de actividades sospechosas.
Los fiscales alegan que Péchier, padre de tres hijos, contaminaba las bolsas utilizadas por sus colegas para perjudicarles profesionalmente. Péchier intervenía entonces para ayudar en los intentos de reanimación, afirma la Fiscalía.
El médico está bajo vigilancia judicial
El médico sigue manteniendo su inocencia, negando ser responsable de ninguno de los envenenamientos que provocaron la muerte de 12 de las 30 víctimas de paradas cardíacas, con edades comprendidas entre los 4 y los 89 años. Su equipo de defensa afirma que "tiene toda la intención de demostrar su inocencia en este caso".
El juicio, que se prevé que dure hasta diciembre, ha sido calificado de "vertiginoso" por uno de los abogados de las víctimas, debido a su "envergadura, duración y complejidad técnica". Péchier se encuentra actualmente bajo vigilancia judicial y no está detenido, pero ya no tiene permitido ejercer la medicina.