La manifestación no partidista fue organizada por la Asociación de Teatro Loupe contra el hecho de que la vida cotidiana esté definida por mensajes divisivos, alarmismo y campañas de odio.
Tras la aparición de "dos carteles de huevos" que comparaban a Péter Magyar, presidente de Tisza, con el jefe de Estado ucraniano Volodímir Zelenski, la empresa LOUPE decidió implicarse y luchar contra el deterioro del discurso público. Además del equipo de LOUPE, también intervinieron en la manifestación, que comenzó a las 18:00 del domingo, personas influyentes como Orsi Tapasztó y Edina Pottyondi.
"Por desgracia, tengo una opinión deprimente sobre el estado del discurso público, porque creo que podemos confiar en las próximas generaciones. Así que no estoy seguro de que vayamos a ver el tipo de discurso civilizado que necesitamos aquí", dijo un manifestante.
"Aunque ahora haya un cambio de Gobierno, no veo que vaya a haber cambios muy drásticos. Todo está en manos privadas, se han asegurado en todas partes de tener cierto control aunque no estén en el gobierno", compartió su opinión un joven.
La petición de LOUPE a Viktor Orbán y Antal Rogán, titulada Aire, libertad de expresión, espacios públicos libres y vida, fue firmada por más de 230.000 personas, y la asociación anunció a finales de agosto que presentaría una iniciativa de referéndum.