Con más del 95% escrutado, el partido proeuropeo de Maia Sandu lidera las elecciones en Moldavia, en unos comicios marcados por las acusaciones de injerencia rusa.
El partido proeuropeo de Moldavia, liderado por la presidenta Maia Sandu, obtuvo el domingo una amplia ventaja y aseguró una nueva mayoría en las elecciones parlamentarias, consideradas decisivas para el futuro del país dentro de la Unión Europea.
Con el 95% de los colegios electorales escrutados, el Partido de Acción y Solidaridad encabezaba el recuento con el 48% de los votos. El Bloque Patriótico Electoral, de orientación prorrusa, alcanzaba el 25,6%, mientras que el bloque Alternativa, también favorable a Moscú, obtenía el 8,3%. El populista Partido Nuestro —que defiende una "política exterior equilibrada" entre Este y Oeste— lograba el 6,3%, y el partido de derechas Democracia en Casa, el 5,7%.
La elección renovará los 101 escaños del Parlamento moldavo. Posteriormente, la presidenta del país deberá designar a un nuevo primer ministro, cuya propuesta de Gobierno necesitará la aprobación de la Cámara. Uno de los líderes de la oposición prorrusa, el expresidente Igor Dodon, llamó a sus partidarios a concentrarse ante el edificio del Parlamento para "consolidar la victoria" antes de la publicación oficial de los resultados.
Al final, quedó claro que el partido de Maia Sandu se alzaría con la mayoría de los escaños en el Parlamento. La amplia diáspora moldava parecía destinada a desempeñar un papel decisivo en el resultado final. En la segunda vuelta presidencial del año pasado —también planteada como una elección entre el Este y el Oeste— un número récord de 327.000 ciudadanos votó en el extranjero, de los cuales más del 82% respaldó a Sandu.
Tras depositar su voto este domingo, la presidenta reiteró sus acusaciones de que Rusia "interfirió masivamente" en los comicios, afirmó que había votado "para mantener la paz" e insistió en que el futuro del país está en la Unión Europea.
Irregularidades, amenazas y acusaciones de injerencia rusa
Los moldavos acudieron a las urnas en medio de acusaciones de irregularidades. El Ministerio de Asuntos Exteriores informó de amenazas de bomba contra colegios electorales en Rumanía, España, Italia y Estados Unidos.
Además, la Policía detuvo a tres personas sospechosas de pertenecer a los servicios de seguridad de la región separatista prorrusa de Transnistria, quienes supuestamente planeaban provocar "desestabilizaciones y desórdenes masivos".
"Se trata de presuntos líderes responsables de coordinar, supervisar y abastecer logísticamente a los grupos", informó la Policía, que aseguró haber encontrado material pirotécnico e inflamable que los sospechosos planeaban utilizar para sembrar el pánico y el caos.
En un discurso transmitido por Facebook durante la jornada electoral, Maia Sandu afirmó que las autoridades habían recibido múltiples denuncias de votantes transportados ilegalmente a colegios electorales en el extranjero, "obviamente a cambio de dinero", así como casos de papeletas en blanco sustraídas de los colegios para ser "reintroducidas ya selladas".
Por su parte, Igor Grosu, líder del Partido de Acción y Solidaridad, declaró tras el cierre de las urnas que "los intentos de Rusia de secuestrar el proceso electoral han sido enormes" y destacó que las instituciones estatales se habían esforzado por garantizar la seguridad e integridad de la votación.
Moscú ha negado reiteradamente cualquier injerencia en Moldavia y la semana pasada calificó las acusaciones de "infundadas". En la misma línea, Igor Dodon rechazó las denuncias de "injerencia masiva" al emitir su voto.
El primer ministro Dorin Recean advirtió la semana pasada que Rusia estaba gastando millones para "hacerse con el poder" en las elecciones mediante planes de compra de votos a gran escala y miles de ciberataques contra infraestructuras críticas del Gobierno.
Días antes del inicio de la votación, la Policía llevó a cabo cientos de redadas y detuvo a decenas de personas supuestamente entrenadas en Serbia que planeaban causar "disturbios masivos" y desestabilizar el país. Sandu calificó la votación de las "elecciones más trascendentales" de Moldavia.
"Su resultado decidirá si consolidamos nuestra democracia y entramos en la UE, o si Rusia nos arrastra de nuevo a una zona gris, convirtiéndonos en un riesgo regional", escribió en un mensaje en X.