Finlandia ha completado un nuevo segmento de su valla de 200 km en la frontera con Rusia, iniciada en 2023 y valorada en 362 millones de euros. La medida busca detener la inmigración ilegal, en medio de acusaciones a Moscú de instigar la oleada migratoria hacia el Oeste.
Se ha completado un nuevo tramo de la valla fronteriza entre Finlandia y el Este. Finlandia empezó a construir la valla de 200 kilómetros en 2023 para detener a los inmigrantes ilegales procedentes de Rusia. Se acusa a Moscú de instigar la oleada migratoria.
La valla, que se extiende a lo largo de una cuarta parte de la frontera ruso-finlandesa, refuerza principalmente antiguos pasos fronterizos por los que en un principio se pretendía cruzar con facilidad. La región más crítica es la franja fronteriza de Laponia.
Marja Mattila ha vivido en Laponia toda su vida. No teme a los rusos, pero es realista. Dice que históricamente nada bueno ha venido del Este. "Siempre ha sido un punto conflictivo geopolítico, una zona fronteriza entre el este y el oeste. Si nos fijamos en la historia, nunca ha venido nada bueno del este", afirma.
Un funcionario de la Guardia Fronteriza de Laponia afirma que hay graves problemas de seguridad en la frontera. A medida que Laponia se va despoblando, se está convirtiendo en una región cada vez menos controlable, lo que es problemático desde el punto de vista de la seguridad.
"La situación en la frontera es cada vez más tensa. La policía de fronteras cree que si se abre la frontera oriental, continuará la inmigración ilegal organizada por Rusia". La valla discurre en parte por terrenos estatales y en parte por terrenos privados, y su construcción costó unos 362 millones de euros.