Mientras Rusia avanza en Ucrania, Berlín y Varsovia siguen divididas. ¿Hasta qué punto es esto preocupante para la situación de la seguridad en Europa?
Las conversaciones políticas anuales entre Polonia y Alemania, celebradas el lunes en Berlín, se produjeron en un momento de mayor tensión regional y preocupación por la guerra de Rusia en Ucrania. El primer ministro polaco, Donald Tusk, se reunió en Berlín con el canciller alemán, Friedrich Merz, con motivo de las XVII Consultas Gubernamentales Germano-Polacas, en las que la seguridad ocupó un lugar destacado.
En los últimos meses, se han producido una serie de violaciones rusas del espacio aéreo de la OTAN, entre ellas aviones de combate del Kremlin que han disparado las alarmas antiaéreas en Polonia.
Varsovia necesita a Berlín como socio en materia de seguridad, pero la profunda desconfianza sigue enturbiando la relación, sobre todo por parte polaca. En su discurso del lunes, Merz subrayó la importancia de la solidaridad:
"Especialmente en tiempos en los que la unidad de Europa se encuentra bajo tanta presión, no debemos permitir que nos dividan. Debemos permanecer juntos y así lo haremos", afirmó. El politólogo Kai-Olaf Lang describió la relación germano-polaca como "paradójica".
Es poco probable que la reunión de los dos líderes haya cambiado eso, ya que la desconfianza es profunda, dijo el investigador del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad.
"Hay frenos políticos internos, así que, desde la perspectiva alemana, parece como si Polonia siguiera la política alemana con el freno de mano puesto", declaró Lang a 'Euronews'. Según Lang, Polonia se ve a sí misma como un líder regional en Europa central y oriental. "Desde febrero de 2022, Varsovia considera que la influencia de Polonia ha aumentado aún más", dijo.
En la reunión de Berlín, Tusk se refirió a las antiguas diferencias entre las naciones. "Me ha llevado varios años convencer a nuestros socios alemanes de que vean la seguridad en esta parte de Europa como una responsabilidad compartida", dijo el primer ministro polaco.
Polonia quiere participar más en la seguridad
Polonia quiere participar más en los asuntos de seguridad, pero se siente sistemáticamente marginada, según Lang. "Se tiene la impresión de que Alemania habla retóricamente de incluir y dar poder a Polonia, pero cuando realmente importa, Polonia no es tenida en cuenta", dijo.
Esta frustración ha aumentado en los últimos debates clave sobre defensa europea y en las conversaciones transatlánticas sobre el futuro de la arquitectura de seguridad del continente. En Varsovia, muchos creen que Alemania debería haberse comprometido más estrechamente con Polonia.
Recientemente, el plan de paz de Washington para Ucrania se debatió sin la participación directa de Varsovia, incluida una disposición sobre el despliegue de cazas europeos en territorio polaco.
Tusk fue claro: las decisiones sobre la seguridad de Europa no deben tomarse por encima de Polonia. ¿Puede esta relación "paradójica" convertirse en una sólida asociación de seguridad germano-polaca?
Relaciones frías
Según el último Barómetro germano-polaco, sólo un tercio de los polacos dicen que les caen bien sus vecinos. Uno de los principales puntos de tensión entre ambos países han sido las renovadas demandas polacas de reparaciones por los crímenes nazis cometidos durante la Segunda Guerra Mundial. En 2022, Polonia exigió oficialmente a Alemania 1,3 billones de euros en concepto de reparaciones por los daños de la II Guerra Mundial.
"Desde la perspectiva alemana, la cuestión de las reparaciones está legalmente cerrada", dijo Lang. Durante la visita de Estado a Alemania del presidente polaco Karol Nawrocki en octubre, tanto Merz como el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier rechazaron la demanda de reparaciones.
Merz subrayó que sigue siendo importante afrontar el pasado. En un gesto simbólico, Alemania devolvió recientemente a Polonia bienes culturales, entre ellos 73 documentos medievales en pergamino de la Orden Teutónica y la reliquia que se cree que es la cabeza de Santiago el Mayor.
Sin embargo, el actual gobierno polaco está sometido a presiones internas y debe mostrarse firme ante Berlín, según Lang. Para la oposición nacional-conservadora y para el presidente Nawrocki, Alemania es un rival. Acusan al gobierno de Tusk de ser demasiado complaciente.
"Sabemos dónde están las diferencias de opinión", dijo Tusk. Sin embargo, el primer ministro polaco también ve avances en la cooperación germano-polaca en asuntos clave como la inversión en infraestructuras y los esfuerzos conjuntos para apoyar a Ucrania, donde Alemania y Polonia "trabajan codo con codo".
Esta cooperación, argumentó Tusk, es una de las mayores garantías de seguridad para ambas naciones. Señaló que Berlín y Varsovia están alineados en política energética, en particular para reducir la dependencia de los suministros rusos, un cambio que, según dijo, habría sido inimaginable hace tan sólo unos años. Las inversiones en infraestructuras también son vitales en la agenda de seguridad compartida, dijo Tusk.
"Se trata de conexiones por carretera y puentes sobre el río Oder para que la OTAN pueda responder rápidamente en caso de agresión rusa", afirmó Tusk. Para garantizar una actuación rápida, se necesitan más vínculos estructurales y de comunicación entre Polonia y Alemania, añadió. Sin embargo, Tusk admite que sigue habiendo retos: "Espero que haya más".