La suspensión de los vuelos Madrid–Caracas y la huida de funcionarios venezolanos a Cuba han dejado a decenas de pasajeros atrapados en Barajas sin asistencia ni fecha de retorno.
Lo que iban a ser unas vacaciones de un mes a España para Coromoto y su hermana se convirtió en un calvario cuando los vuelos hacia Venezuela fueron cancelados, dejando a decenas de viajeros atrapados sin respuesta oficial. Mientras algunos se refugian en casas de amigos, otros compatriotas no han tenido la misma suerte y llevan días durmiendo en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid–Barajas, en condiciones precarias y sin información clara sobre cuándo podrán regresar a Venezuela.
La situación afecta a decenas de personas, incluidos niños y adultos mayores. La aerolínea Estelar suspendió los vuelos programados y, según denuncian algunos afectados, no ha ofrecido alternativas ni fechas de reubicación. Al mismo tiempo, las comunicaciones con el consulado venezolano han sido infructuosas, lo que ha aumentado la desesperación entre los varados.
La suspensión temporal de las rutas entre Madrid y Caracas llega en medio de un incremento en las tensiones diplomáticas entre los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela, que ha provocado restricciones operativas para varias aerolíneas en la región. El resultado ha sido un limbo logístico que ha dejado a viajeros venezolanos atrapados en España durante días y, en algunos casos, semanas sin una hoja de ruta clara para su regreso.
Coromoto, peluquera venezolana, llegó a Madrid el 25 de octubre para unas vacaciones de un mes junto a su hermana. Debía regresar el 26 de noviembre, pero su vuelo fue cancelado sin previo aviso.
"Llamo a la aerolínea, llamo a la agencia… y nadie sabe nada", explica en una entrevista telefónica con 'Euronews'. "Solo me dicen que hay que esperar a que (la aerolínea) Estelar reprograme, pero no dan fecha. Lo que sé es por otros pasajeros: que quizá vuelen después del 31 de diciembre, pero oficialmente no nos han dicho nada".
Aunque actualmente se aloja en casa de unos amigos, la incertidumbre emocional y económica es creciente. "Estamos a la deriva. De aquí a enero es demasiado tiempo para quedarnos en una sola casa. Ellos son muy amables, pero una se siente incómoda", cuenta. "Yo soy peluquera y mis clientas en Venezuela me están llamando. Necesito volver, pero aquí no puedo trabajar y cada día trae una noticia distinta. Es muy estresante". Coromoto asume que es probable que tenga que pasar la Navidad en España.
Aumenta la incertidumbre entre los viajeros
Por otro lado, Gabriela (nombre ficticio), que ha pedido mantener el anonimato por miedo a posibles represalias del régimen venezolano, viajó a España a mediados de octubre y debía regresar a Caracas a finales de noviembre. Su vuelo también fue cancelado. En un primer momento, la aerolínea le ofreció tres opciones: reembolso, viajar vía Bogotá o Medellín, o cambio de fecha. Ella optó por cambiarla.
"Preferí no arriesgarme por Colombia. Pedí que me movieran el vuelo y me reprogramaron para el 13 de diciembre", relata. "Pero después cancelaron todo hasta el 12, y no hay seguridad de que el 13 vaya a salir. Ahora la aerolínea solo ofrece mover la fecha una y otra vez, ya ni reembolso ni rutas alternativas".
Gabriela se aloja en casa de una colega, lo que le ha permitido evitar gastos adicionales, pero la angustia permanece. "Dentro de todo soy privilegiada, tengo donde quedarme, pero necesito regresar. Mi seguro de viaje vence el 15 de diciembre y mi estancia legal en España termina a mediados de enero. No sé qué va a pasar".
Asegura que vive esta incertidumbre con la resignación de quien ya está acostumbrado a la inestabilidad de su país: "En Venezuela siempre estamos esperando que pase algo… y no pasa nada. Ahora vivo esa misma sensación, pero desde lejos".
Funcionarios de la Embajada huyen a Cuba
La incertidumbre creció aún más esta semana, cuando al menos tres funcionarios de la Embajada de Venezuela en España fueron vistos en la Terminal 1 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid–Barajas, no para atender a los pasajeros, sino para abandonar el país con destino a Cuba.
Estos diplomáticos habían recogido días antes los datos personales de decenas de venezolanos varados, prometiendo gestionar vuelos humanitarios hacia Colombia o Cuba. Pero su repentina salida, con maletas en mano y sin explicación, generó una explosión de indignación entre los acompañantes atrapados en Barajas, según confirma a 'Euronews' la periodista Thabata Molina, que se encontraba en el lugar.
La tensión fue tal que fue necesaria la intervención de la Policía Nacional y el personal de seguridad de la terminal para evitar incidentes. Muchos de los afectados ahora aseguran sentirse doblemente vulnerables: traicionados por quienes prometieron ayuda, y expuestos a represalias, ya que esas planillas con sus datos permanecen en manos de los funcionarios que abandonaron España.
Este suceso ha intensificado la sensación de abandono institucional entre los usuarios varados. Para los venezolanos varados, ya sumidos en la incertidumbre, la fuga de los diplomáticos supone un golpe adicional: no solo no hay certezas de vuelta, sino que las pocas esperanzas de ayuda o mediación institucional parecen esfumarse.
A pesar de la falta de respuestas oficiales, la Cruz Roja española ha estado brindando asistencia humanitaria a los pasajeros varados en Barajas, acercándose a ellos para evaluar necesidades básicas y proporcionar medicamentos a quienes los requerían. Su presencia, aunque limitada, ha sido uno de los pocos apoyos tangibles que han recibido los afectados durante estos días de incertidumbre.