Un nuevo vuelo de repatriación procedente México con deportados venezolanos refuerza el acuerdo entre Caracas y Washington, pese al aumento de las tensiones y a la crisis de conectividad aérea que ha provocado la suspensión masiva de rutas hacia el país caribeño.
Caracas recibió en las últimas horas un nuevo vuelo con venezolanos repatriados procedente de México, en medio de las trabas que sufren la aerolíneas que vuelan a Venezuela tras las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de cerrar el espacio aéreo del país caribeño en medio de la escalada de tensiones políticas con Washington.
El avión, operado por la aerolínea estatal Conviasa, aterrizó en Maiquetía con 259 migrantes -76 hombres, 79 mujeres y 104 niños-expulsados por Estados Unidos, como parte del programa de repatriación acordado entre ambos gobiernos en enero y que fue retomado a principios de esta semana. Con este ya son tres los vuelos de retorno registrados esta semana, según el Ministerio de Interior venezolano, dentro del plan estatal Vuelta a la Patria, que suma 96 viajes en lo que va de año.
El canciller Yván Gil aseguró que, desde el inicio del programa, al menos 18.354 venezolanos han regresado al país mediante este mecanismo. El Gobierno insiste en que se trata de una iniciativa humanitaria que continúa pese al clima de tensión generado por el reciente despliegue militar estadounidense en el Caribe y las crecientes restricciones aéreas.
Maduro confía en que el acuerdo con EE.UU. continúe
El presidente Nicolás Maduro celebró la llegada del último vuelo y afirmó que confía en que el acuerdo con la Administración Trump se mantenga "semana tras semana". Según el mandatario, tras un "percance reciente", recibió una solicitud directa desde Washington para mantener las operaciones de repatriación con aeronaves estadounidenses, medida que dijo haber autorizado.
El mandatario venezolano recordó que el pacto fue suscrito en enero durante la visita a Caracas de Richard Grenell, enviado especial de Trump, con el objetivo declarado de asegurar un "regreso seguro" para los venezolanos en EE.UU. "Eso se ha cumplido", sostuvo, señalando que el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) emitió los permisos correspondientes.
Sin embargo, el contexto regional complica cualquier proyección de normalidad. El pasado sábado, Trump declaró que el espacio aéreo venezolano debía considerarse "cerrado en su totalidad", un mensaje que Caracas rechazó de plano. Según el Gobierno venezolano, EE.UU. habría suspendido unilateralmente los vuelos del acuerdo, algo que Washington no ha confirmado públicamente.
Aerolíneas cancelan rutas mientras aumenta la tensión aérea
Mientras los vuelos de repatriación continúan, la crisis de vuelos en Venezuela se agrava. El INAC anunció que esperaba que Wingo y Copa Airlines reanudaran operaciones, desde y hacia Caracas procedentes de Panamá y Colombia, en 48 horas; pero ambas compañías decidieron mantener la suspensión hasta el 12 de diciembre tras reportar "intermitencias" en señales de navegación.
La aerolínea Laser canceló sus vuelos entre Caracas y Madrid hasta el 8 de diciembre después de que la Agencia Española de Seguridad Aérea recomendara evitar sobrevolar Venezuela debido a la situación. Satena, por su parte, suspendió temporalmente sus rutas hacia la ciudad venezolana de Valencia por interferencias en sistemas de navegación satelital, mientras que la estatal Boliviana de Aviación canceló dos vuelos por razones preventivas.
Estas decisiones se producen tras la advertencia emitida el 21 de noviembre por la Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA), que pidió extremar la precaución al sobrevolar Venezuela y el sur del Caribe, "debido al deterioro de la situación de seguridad y al aumento de la actividad militar en Venezuela y sus alrededores". En respuesta, el Gobierno venezolano revocó los permisos de aerolíneas como Iberia, TAP, Avianca, Latam, Turkish Airlines, Gol, Air Europa y Plus Ultra.
En este escenario de creciente aislamiento aéreo, los vuelos de repatriación se han convertido en la excepción que Caracas y Washington, pese a sus conflictos, aún buscan mantener.