La Comisión Europea hizo hincapié en la lucha contra la discriminación y en favor de la igualdad como parte de sus valores fundamentales, y desde Francia, Bélgica y España hubo voces críticas que se sumaron a la oposición a la carta con exigencias enviada por la Administración Trump.
Los esfuerzos del Gobierno de Estados Unidos por eliminar las iniciativas de diversidad no han sido bien recibidos en Europa, después de que medios franceses informaran la semana pasada de que las principales empresas del país habían recibido una carta en la que se decía que las medidas contra las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión del presidente Donald Trump también podrían aplicarse fuera de Estados Unidos.
La portavoz de la Comisión Europea, Eva Hrncirova, reconoció que se había enviado una carta, pero dijo que "necesitamos conocer un poco más de detalles antes de reaccionar y, como saben y han señalado, la lucha contra la discriminación y en favor de la igualdad están enraizadas con nuestros principales valores".
Entre las exigencias de la carta que afectarían a contratistas y proveedores del Gobierno estadounidense, independientemente de su nacionalidad, figurarían el abandono de políticas de inclusión y principios acordes con la legislación francesa y la de la Unión Europea (UE), como la igualdad de género, la lucha contra la discriminación y el racismo, así como el cese del fomento de la diversidad para ayudar a las personas con discapacidad.
Después de que el Departamento de Estado estadounidense exigiera a las empresas francesas que hacen negocios con Estados Unidos que abandonaran este tipo de iniciativas, el ministro francés de Comercio Exterior, Laurent Saint-Martin, declaró que su país se negaría a transigir. También dijo que las autoridades francesas pedirían explicaciones a sus homólogos estadounidenses sobre la carta.
"Todo esto representa un progreso que corresponde ante todo a nuestros valores franceses. Estamos orgullosos de ello y no queremos transigir", declaró Saint-Martin a 'RTL Radio'. "No podemos anular de la noche a la mañana la aplicación de nuestras propias leyes".
El diario francés 'Le Figaro' publicó lo que afirmó era una copia de la carta. El documento afirmaba que una orden ejecutiva firmada por Trump en enero, que puso fin a los programas de diversidad e inclusión dentro del Gobierno federal, también "se aplica a todos los contratistas y proveedores de servicios del Gobierno de Estados Unidos, independientemente de su nacionalidad o del país en el que operen".
Se pidió a los beneficiarios que cumplimentaran, firmaran y devolvieran en un plazo de cinco días un formulario de certificación independiente para demostrar su cumplimiento. Saint-Martin se declaró "profundamente conmocionado", pero subrayó la importancia de mantener una "agenda positiva" y continuar el diálogo con Estados Unidos.
"No tenemos lecciones que aprender del líder de EE.UU."
En Bélgica, donde algunas empresas también habrían recibido demandas similares, el Gobierno criticó duramente lo que se percibió como una presión de Washington. El ministro de Economía, Jan Jambon, subrayó que los europeos tienen una "cultura de no discriminación" que debe mantenerse. "No tenemos lecciones que aprender del líder de Estados Unidos", declaró a 'RTL-TVi'.
En una declaración conjunta citada por los medios locales, el ministro de Asuntos Exteriores, Maxime Prévot, y el ministro de Igualdad de Oportunidades, Rob Beenders, lamentaron lo que calificaron de "paso atrás" por parte de Estados Unidos. "La diversidad y la inclusión no son meras palabras de moda; son los cimientos de una sociedad fuerte y dinámica", afirmaron. "Fortalecen nuestra economía, fomentan la innovación y permiten que florezca el talento", añadieron.
En España, el alcalde de Barcelona anunció la semana pasada que su gabinete municipal desafiaría el ataque de Trump a las iniciativas de diversidad, igualdad e inclusión, que han afectado a un programa cultural acogido por la ciudad.