La economía de la eurozona está cobrando impulso, ya que su último indicador de actividad empresarial, el PMI compuesto, aumentó en agosto, superando las expectativas. Se vio impulsado por el sector manufacturero, que creció en el bloque por primera vez desde junio de 2022.
El crecimiento económico de la Eurozona continuó a un ritmo lento en agosto, según el Índice de Gestores de Compra (PMI) de S&P Global, que proporciona la información más reciente sobre el rendimiento de las empresas.
El PMI compuesto, que incluye servicios y manufacturas, aumentó en 0,2 puntos en agosto, hasta los 51,1 puntos, lo que sugiere que la actividad empresarial creció a su ritmo más rápido desde mayo de 2024.
Esto indica que el PIB de la eurozona está creciendo a un ritmo trimestral del 0,2% en agosto, en línea con las expectativas, tras un aumento del PIB del 0,1% en el segundo trimestre. Sin embargo, "el ritmo de expansión siguió siendo frustrantemente lento", señaló S&P Global.
La actividad empresarial en el bloque se vio impulsada principalmente por los nuevos pedidos, que aumentaron por primera vez en 15 meses, tanto en el sector de la manufactura como en el de servicios.
El pronunciado declive de la economía manufacturera de la eurozona tras la pandemia ha llegado a su fin, según el índice PMI manufacturero, que se situó por encima de los 50 puntos y marcó un crecimiento en agosto por primera vez desde junio de 2022.
La producción manufacturera aumentó hasta los 50,5 en agosto desde un 49,8 en julio. El PMI de servicios cayó ligeramente pero se mantuvo por encima de los 50 puntos (50,7), lo que indica crecimiento.
Francia registró mejoras. Según las cifras, las empresas del país se acercan a la estabilización, y los PMI se situaron justo por debajo de los 50 puntos. Según el informe, esto indica un modesto crecimiento del PIB en Francia en lo que va de tercer trimestre.
Mientras tanto, el aumento de la actividad manufacturera ayudó a Alemania a registrar un tercer incremento mensual consecutivo de la producción global durante el mes de agosto. Pero la mayor economía europea también registró unos resultados discretos en el sector servicios.
"No obstante, el aumento general de la producción fue el más rápido desde marzo, lo que sugiere que el PIB alemán parece estar en vías de volver a aumentar modestamente en el tercer trimestre", según S&P Global.
El resto de países de la eurozona "siguieron superando a Alemania y Francia, pero perdieron algo de impulso en agosto, sobre todo en el sector servicios", señaló Barclays en su análisis.
En cuanto al mercado laboral, el índice PMI preliminar de agosto indicó otro ligero aumento del empleo en la eurozona. Según S&P Global, las lecturas del PMI de agosto, tanto para la actividad empresarial y los precios como para el empleo, indican que hay margen para que el Banco Central Europeo (BCE) recorte aún más los tipos de interés oficiales.
Sin embargo, un pequeño repunte de la inflación de los servicios sigue siendo un riesgo. El BCE ha recortado los tipos de interés en 25 puntos básicos en ocho ocasiones desde junio de 2024, situando el tipo de depósito en el 2%.
Reino Unido: mayor crecimiento en un año
Por otra parte, la encuesta PMI británica de agosto indica que el ritmo de crecimiento económico ha seguido acelerándose durante el verano, tras una primavera floja. El PMI compuesto se situó en 53,0 puntos, frente a los 51,5 de julio, y alcanzó en agosto su nivel más alto en un año. Según S&P Global, esto indica que el PIB está creciendo a un ritmo del 0,3% trimestral.
El crecimiento estuvo impulsado por el sector servicios. Y aunque la producción manufacturera cayó en agosto, lo hizo sólo marginalmente, lo que apunta a una estabilización tras un largo periodo de fuertes descensos.
La encuesta señala que la demanda de las empresas británicas sigue siendo frágil, salpicada de inquietud por el impacto de los recientes cambios en la política gubernamental y la incertidumbre geopolítica general.
Mientras tanto, las exportaciones de bienes siguen cayendo y las nóminas siguen reduciéndose. A esto se une la persistente inflación, que deja al Banco de Inglaterra poco margen para recortar los tipos de interés clave este año con el fin de impulsar la economía.